
Historia enviada por Rubén Antonello. GRACIAS por inspirarme cada día a volar más alto…
Una criatura fue creada para volar en las alturas, donde el aire es liviano, para alcanzar alturas imposibles de lograr para otros, para elevarse por encima de las multitudes: ¡EL AGUILA!.En el principio, el Aguila fue honrada. Los Sumerios dejaban en libertad un Aguila en sus funerales para que llevara a los cielos el Espíritu del difunto. Los Griegos tenían al Aguila como un mensajero de Júpiter, porque no había otra criatura que volara mas alto. Los Romanos la llamaban "Aquila". Las legiones del Cesar llevaban el símbolo del Aguila en sus estandartes por el vasto Imperio Romano. La imagen del Aguila ha adornado las banderas de naciones, las proas de grandes embarcaciones, las placas con el nombre de los aviones de gran altura y la cabina de mando de la primera Nave Espacial Tripulada que aterrizara en la Luna. La noble Aguila construye su nido en las copas de los árboles en lo alto de precipicios y desfiladeros. Sus alas se extienden con una anchura mayor que la que el hombre abarca con sus brazos extendidos, espacio necesario para que el gran Aguila despliegue sus alas de más de dos metros. Alas con la fuerza suficiente para levantar grandes cargas, alas con el poder que le permite volar a gran velocidad, con el vigor necesario para mantener el vuelo por muchas horas. Este emplumado cuerpo de fuerza e independencia es la envidia de todas las criaturas y el símbolo de varias Naciones. Representa Libertad, representa carácter, representa todos los valores que los grandes Hombres y Mujeres se esfuerzan tanto por lograr. Se dirige hacia el Sol, a menudo sola, pero nunca solitaria. Desde su ventajosa posición por encima de las criaturas terrestres, el Aguila ve mas allá del horizonte.- Su visión aumentada por su ubicación privilegiada -. Ve claramente lo que otros imaginan. Ve lo bueno y lo malo, pero escoge lo bueno; ve lo grande y lo pequeño, pero escoge lo grande; ve libertad y opresión, pero escoge libertad. Con gracia extiende sus poderosas alas para elevarse sobre las montañas. Una vez en el aire, sabiamente siente las benévolas corrientes del aire tibio y se deja llevar sin esfuerzo, economizando su fuerza, sorteando las corrientes peligrosas, volando en las alturas. Con su visión ampliada por la perspectiva, el Aguila selecciona cuidadosamente sus metas, puede ver un ratón corriendo velozmente por los campos allá abajo o un pez nadando bajo las olas. La poderosa ave afina sus alas, las vuelve y las mueve tan minuciosamente, sólo para dirigir el cuerpo descendiendo, extiende sus afiladas garras y la otrora tranquila criatura se transforma en una ruidosa masa de músculos enfocando en un solo punto, arrojándose en línea recta hacia su meta. La meta única del Aguila comienza con una visión; pero ninguna criatura nace con la visión del Aguila, ni aún el Aguila misma. La pequeña Aguila es inútil, debe ser alimentada y enseñada por sus padres. Cada Aguila aprende la grandeza paso a paso, tal como cada gran sinfonía es compuesta nota por nota y cada gran libro toma forma de texto palabra por palabra.La grandeza llega lentamente, con paciencia; guiada por la visión, formada por la habilidad y pulida por la práctica; día a día el Aguila aprende a dirigirse hacia el Sol. Aún cuando el clima le resulte adverso, el Aguila aprende. La tormenta es un desafío, una prueba de su habilidad, una oportunidad para crecer, desarrollarse y fortalecer sus habilidades. La tormenta hace salir a las Aguilas.El Aguila nos dice a cada uno de nosotros, ¡Ven, vuela en las alturas! Levanta la vista, sube las cumbres de las montañas, mira mas allá del horizonte. Tus alas son conocimiento, previsión y comprensión, amplía tu visión cada día, aprende de aquellos que van delante de Ti, procura tu propia grandeza un día a la vez, observa desde lugares altos, ponte metas elevadas, enfoca tus esfuerzos hacia ellas, levántate por sobre las multitudes, escoge cuidadosamente tus valores. Los valores son: las benévolas corrientes tibias que elevan, valores altos te elevan, déjate elevar por ellos y volarás sin esfuerzos, apártate de las malas corrientes, ellas te tiran hacia abajo. Y cuando los problemas surjan, seguramente surgirán, deja que cada tormenta saque el Aguila que hay en ti. El Aguila llama nuevamente, ¡Ven, Vuela en las Alturas! Y en el nido cercano los aguiluchos escuchan el llamado, ahora dependen de su madre, pero día tras día adquirirán fuerzas, elegirán sus metas, pronto habrán de probar sus alas, primero cerca de la seguridad de su nido, luego trepando en el límpido cielo azul, y finalmente en el centro de la tormenta.El majestuoso Aguila muestra el camino…¡¡¡Ven, Vuela en las Alturas!!! … ¡¡¡Ve hacia la Visión!!!
Denis Delgado, Médico Cirujano/León, Nicaragua
Un abrazo del corazón Rubén
Hola.... Me gusta muchosu web