Hoy quiero que hablemos de los tipos de meditación. Porque hay muchas maneras de meditar y estoy segura que podes encontrar la que se adapte mejor a tu energía y tu forma de ser.
Como te conté anteriormente, meditar es una necesidad debido a nuestra forma de vida. Si queremos mantenernos en equilibrio se necesita meditar o generar alguna estrategia de contacto y alineación interior a la que quizás no llames meditación.
Hay muchas maneras en que podemos meditar. Esas formas pueden ser pasivas o activas. Y hoy voy a detallarte muchas de las más utilizadas para que puedas empezar a explorar todas las posibilidades y elegir las que más te resuenen.
Pasivas:
- Vipassana
- Guiadas
- Con música
- Mantras / Decretos
- Mudras
- Mandalas
Activas:
- Caminando
- Bailando
- Mandalas
- Cantando
- Visualización
- Otras opciones
Vamos a detallar cada una para que sea más claro:
Meditación Vipassana: significa ver las cosas tal como son. Es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India. Hay muchas formas diferentes de practicar la meditación Vipassana, pero todas implican prestar atención a la respiración y a las sensaciones corporales. Un método popular es sentarse con los ojos cerrados y concentrarse en la sensación de la respiración que entra y sale de las fosas nasales. Es una de las meditaciones más tradicionales y conocidas, y generalmente las personas asocian meditar a este estilo de meditación.
Meditaciones Guiadas: Esta es otra de las formas más conocidas de meditar y consiste en que una persona va diciendo lo que debemos percibir en la meditación. Estas meditaciones suelen tener un objetivo concreto por ejemplo “sanar” o “activar el tercer ojo” o “armonizar los chakras” y pueden realizarse de cualquier temática. Mi sugerencia es que hagas las que te resuenen.
Meditación con música: Este tipo de meditación es similar a la Vipassana pero le añadimos musica. La música suele colaborar a la atención, ya que la mente se enfoca en gran medida en el sonido. Además, la música que utilizamos para meditar es música hecha especialmente para relajar la mente.
Mantras / Decretos: Otra manera antigua de meditar es a través de mantras, decretos y oraciones. En este caso también nos vamos a sentar y relajar pero pronunciaremos repetidamente el mantra/decreto/oración elegida. Para lograr el estado adecuado, meditar con mantras necesita que mantengamos el tono de voz y que se realice de forma repetitiva, permitiendo que la vibración de las palabras que estamos pronunciando se active en nuestro interior más allá de los filtros de la mente.
Mudras: Los mudras son gestos con las manos, el yoga de las manos le llaman también. Son posturas que realizamos con los dedos y las manos y al sostenerla por unos minutos nos ayuda a activar ciertos meridianos en nuestra energía. Hay muchos mudras para distintos propósitos y meditar utilizándolos nos colabora a armonizar la mente y el cuerpo físico. Entre los más conocidos encontramos el tradicional de juntar la punta de los dedos índice y pulgar estirando los demás, reposando los brazos extendidos; también el de juntar ambas manos en posición de oración a la altura del corazón.
Meditar con Mandalas: Esta forma de meditar implica observar una imagen, retenerla en nuestra memoria e intentar sostenerla lo más posible mientras mantenemos los ojos cerrados. Cuando la imagen se disipa abrimos los ojos, volvemos a observar la imagen por unos segundos y repetimos el proceso. Es una manera de impregnarnos con la energía y sabiduría de un mandala.
Una variante para meditar con mandalas, una forma más activa de hacerlo es dibujarlos y pintarlos. Esta forma requiere utilizar colores para hacerlos, pero dedicar 30 minutos de tu tiempo a esta tarea te conectará con su energía de una manera especial. Y qué mejor que pintar tu propio mandala y luego meditar con él.
Meditar Caminando: Esta es la primer forma activa de meditar de la que hablaremos. Y se trata de caminar por al menos 30 minutos con la atención plenamente enfocada en lo que nos rodea, tal como es. Es una manera de contemplar el mundo mientras nos movemos, sin emitir juicios ni distraerse conversando o escuchando musica. Es salir a escuchar el mundo que nos rodea.
Meditación Bailando: Esta manera de meditar nos lleva de viaje a los rituales más antiguos de la humanidad, nos hace sentir que estamos danzando alrededor de un fuego que honra a la divinidad. No hay que saber bailar. Hay que permitir que la música mueva el cuerpo a su ritmo, sin esperar coordinación o coreografías. Es una manera fantástica de meditar soltando inhibiciones.
Meditar Cantando: Esta es otra forma similar a la de bailar. Lo interesante de este tipo de meditación es que debemos permitir que los sonidos surjan desde el interior, no se necesita tener una letra elaborada de una canción (aunque también funciona), sino simplemente dejar a los sonidos brotar. A veces salen palabras o simples vocales que repetimos y nos transportan a otro estado de consciencia… como recitar la sílaba “om” o el sonido que quieras. Un recurso interesante es utilizar las vocales de tu nombre. En mi caso, cuando lo hago, como solo tengo la A, la pronuncio en distintas entonaciones. ¡El resultado es interesante!
Visualización: Esta forma de meditar es bastante activa también porque nos permite, similar a como hacemos con los mandalas, captar una imagen y sostenerla lo más posible en nuestra mente. La diferencia es que esta imagen puede surgir desde el interior, y luego la exteriorizamos buscando imágenes similares. La visualización como técnica de meditación se enfoca en lograr nuestras metas, en enviarle a la mente la orden de que observe aquello que nos conduce a nuestros objetivos. Es un buen recursos para lograr nuestros propósitos.
Otras opciones: Puede que lo tuyo no sea ninguna de estas opciones. Quizás tu forma de meditar sea lavando los platos, cocinando, cosiendo, tejiendo o haciendo manualidades. Lo importante es que te de claridad, te ayude a enfocarte y a reconocerte a ti misma. Si alguna de las actividades no-laborales que realizas te ayudan a ello, felicitaciones seguramente estás meditando…
Te desafío a hacerlo a consciencia, a darle un espacio diario a esos momentos y reconocerlos como tu momento de plena conexión con tu ser.
Un par de aclaraciones:
Necesitas dedicar al menos 10 minutos al día a meditar
Prueba al menos por una semana una técnica para saber si realmente es para ti, los primeros días puede que sientas resistencia así que no basta con probarlo una vez para saber.
Te invito al taller gratuito de meditación donde podrás definir un plan de meditación mensual para incorporar este hábito a tu vida.
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