Un Hilo Invisible by Tamara Gallegos

  • GRATIS Plan de Meditación
  • PORTADA
  • Nosotras
  • Sesiones Guia
  • Servicios
    • Lectura de Registros Akashicos
    • Tarot Evolutivo
    • Constelaciones Akashicas
    • Regresion Akashica
    • Taller Misión de Vida
  • Gratis
  • Blog
  • Contacto

octubre 30, 2018 By sindamel

Maternidad y espiritualidad ¿es posible?

Hoy te quiero presentar a Emme. Ella se suma a esta nueva ola de almas que colaboran con su sabiduría a este espacio.

Emme nos hablará de espiritualidad y maternidad y cómo se transitan estas dos cuestiones profundamente relacionadas aunque no de forma sencilla.

Si sos mamá, esta columna está dedicada a vos.

Veni a leer.


Maternidad y espiritualidad ¿es posible?

 

No fue de un día para el otro que arranqué a hacer un camino espiritual. Si bien creo que es algo que traemos “de fabrica”, me pasó que los primeros años que recuerdo todo me llevaba a silenciar eso.

De niña me generaba mucho miedo. Sentía cosas que los adultos me decían que “no eran nada” y eso me provocaba miedos y noches de insomnio.

Con el correr de los años, aprendí a ser mental y racional, a callar la intuición y los sentimentalismos porque son cosa de nenas bobas.

Me creía atea, sin embargo rezaba. Si! Rezaba! Cada noche antes de dormir. Era una costumbre heredada de mi abuela materna. Yo me quedaba muchísimo en su casa y me dormía escuchando el susurro de sus rezos nocturnos. De mas grande, repetía esas únicas tres oraciones que sabía, pero no con devoción católica, sino rítmicamente, como un mantra. Era una forma de conectarme con ella y poder dormir, poder acallar los miedos…sin saberlo estaba meditando.

Con el nacimiento de mi primer hijo el portal se volvió a abrir. Y yo, mirando a través de sus ojos, supe que la realidad era eso que me pasaba y que tanto me machacaban que “no era nada”. Así que empecé a intentar dejarlo fluir. Difícil, si. Pero no imposible.

Hoy vivo lejos de la ciudad que me vio nacer y crecer. Vivo rodeada de naturaleza, de tiempo lento, de ríos. Tengo 3 hijos: Niño1, Niña2 y Niño3. Y esta introducción breve es porque no me gusta arrancar a hablar sin presentarme.

 

Ser madre y llevar un aprendizaje espiritual no es fácil. No somos Claudio María Domínguez en su personaje de la tele, seres de luz siempre sonrientes que jamás levantan la voz y bendicen todo el tiempo a todos los seres de todos los mundos. No señora; somos madres. Madres mal dormidas, despeinadas, agotadas. Madres que maternamos solas la mayoría de las veces, madres sin red de soporte. Madres que nos enojamos, y gritamos, y queremos salir corriendo para no volver. Madres que nos reímos recordando esos años donde trabajábamos fuera y creíamos estar cansadas al volver a casa. Somos Madres que lloramos, que gritamos (mucho), que abrazamos, que pedimos perdón una y mil veces a nuestros hijos. Madres que nos autoexigimos, que nos sentimos superpoderosas, y que nos sentimos frustradas, inútiles, desesperanzadas…

Madres que pensamos cada noche cómo mejorar, que tratamos de mirar más allá, que sentimos mil veces que nos equivocamos, que hicimos todo mal. Pero al día siguiente lo encaramos con la misma fuerza. O no, o al día siguiente lo pasamos escondidas atrás de un libro, un celular o una serie. O atrás de la pila de ropa para lavar. O encerradas en el baño. Pero en algún momento, un par de ojitos curiosos y de palabras entreveradas nos vuelve a sacar la sonrisa y nos devuelve la fuerza necesaria.

Madres que entendemos la responsabilidad social que conlleva lo que hacemos, estamos CRIANDO, estamos formando el mundo del futuro. Madres concientes, que se miran, se buscan, se reconocen. Madres que aceptamos nuestras sombras, que las miramos, las conocemos (aunque todavía no sepamos qué hacer con ellas, con nosotras). Madres que no sentimos a nuestros hijos como propios, sino que nos sentimos elegidas por ellos, y los acompañamos en lo que vinieron a hacer en este mundo. Madres humanas, conscientes de ser almas acompañando almas, pero que así y todo seguimos siendo humanas. Y renunciamos, Y volvemos. Y nos rompemos y nos rearmamos. Y gritamos “quien carajo me mando a mi a tener hijos con los ojos abiertos???” Pero así y todo, lo seguimos eligiendo. Y no es fácil, no.

 

Así nace esta especie de columna, charlada tantas veces con mi bella amiga también madre. Para contar experiencias, para encontrar caminos, para sentirnos acompañadas.

Espero que les guste, que les resulte interesante. Que compartan conmigo qué temas les gustaría tocar, que cosas las angustian o que tips encontraron para equilibrar la maternidad y la espiritualidad. Nos leemos, entre todas.

Un gran abrazo,

Emme

Su blog está ACÁ

Encontrala en Facebook

 

Publicado en: La Columna de Emme Etiquetado como: conciencia, espiritualidad, maternidad

octubre 26, 2018 By sindamel

Portales: momentos iluminados

Hay días, como hoy, en que siento que estoy de pie ante un portal. Es un portal que no puedo abrir a voluntad, pero que haciendo lo que hago día a día, de pronto se abre y me permite ver.

La sensación es de cercanía y totalidad. De cosas tan contradictorias como estar volando profundamente asentada en la tierra.

Cuando este portal se abre, tengo la sensación de que cada pequeño detalle que se presenta en mi día es parte de un mensaje mayor que debo integrar.

Percibo constantemente oleadas de comprensión, susurros de mensajes olvidados y de intenciones que se perdieron en el viento. Pero está todo ahí, presente.

Tengo la intuición de que estos portales, que no están afuera ni se abren en una fecha determinada ni sucede para todos igual… son momentos donde mi yo completo se sienta en algún lugar muy hermoso y me habla, a esta parte que está aquí (aunque probablemente sea a todas las formas en las que existo en diversos planos).

La sensación de certeza. De paz. De completud. Y también la sensación de que toda la energía se enfoca ahí. Que no puede ir a ninguna otra parte. Que cada partícula de existencia cae en su preciso lugar, sin demora y sin desvirtuarse. Es lo más cercano que conozco a “Todo es perfecto tal como es”.

Mucha energía se concentra en este momento. Es un regalo que exige atención plena. Sin resistencia. Escuchando, percibiendo la propia alma. Es un momento para recibir fuerza, luz, esencia.

Cuando estos portales se abren, son momentos de profunda transformación. Mi sensación es que, después de esto no volveré a ser la misma. Habré crecido un poco más. Seré más yo.

 

Tamara Gallegos

Publicado en: Lecciones de los Maestros de Luz, Registros Akashicos Etiquetado como: ascensión, canalización, conciencia, espiritualidad

octubre 8, 2016 By sindamel

Intenciones vs Metas

¿Te has preguntado por qué muchas veces te pones un objetivo, pero no logras finalizarlo?

¿Has pensado que tus expectativas son demasiado altas, y entonces siempre “fallas”?

¿Tus metas parecen derrumbarse? ¿Aparecen nuevas metas constantemente y no logras enfocarte?

 

Hoy quiero hablarte de un tema que para mí ha sido difícil de manejar: las metas y las intenciones.

¿Qué son las metas?

Es un objetivo, un destino que te pones. Las metas suelen incluir una fecha y un plan de acción para que llegada la fecha pautada, esa meta se haya logrado.

Yo admiro a las personas que logran ponerse metas y cumplirlas sin demoras. Si eres un poco como yo, te pones metas y luego tienes que cambiarle la fecha, o simplemente desechar ese orden y volver a comenzar.

A mi antes esto me angustiaba y mucho.

Las metas pueden tornarse algo estáticas, una exigencia que debemos cumplir y si no lo hacemos, podemos incluso llegar a medidas de autocastigo inconscientes para “reprendernos” por no cumplir los objetivos.

sorkChocarte con la mesa, golpearte de la forma más inesperada, tropezarte, son signos comunes de que estamos auto-reprendiéndonos.

 

Las metas y la frustración

Así que, te puedes convertir en una persona que no se pone metas porque “todo le sale mal” o “nunca logra lo que se propone”. ¿Te ha sucedido?

Hay muchas personas que dicen que eso es porque hay que aprender a ser flexible… y es cierto, sin embargo no es tan sencillo ser flexible. Otras personas dicen: no hay que esperar nada, expectativas cero. Para mí, sencillamente no funcionaba eso de “no tengas expectativas, se flexible que ya se darán las cosas”.  Y me costó años descubrir el por qué. Así que me frustré mucho tiempo tratando de dar lo mejor de mí, sin conseguirlo.

Hasta que descubrí el poder de la intención.

 

Las intenciones

Luego están las intenciones. Si las metas tienen esa cuota de acción y dirección bien definida, las intenciones son mucho más abstractas y sutiles. Una intención es una orientación, un destino, un pedido y a la vez, un diálogo.

La intención te permite definir “quiero ir hacia aquí” “deseo estar allí” “pido esto o aquello” (y por favor, aquí hablo genéricamente de situaciones, personas, experiencias y también cosas materiales porque da igual). Pero la intención no dice el cómo, el cuándo ni el dónde esto sucederá.

La intención es estrictamente un pedido. Es el deseo que le pedimos al genio de la lámpara, a la fuente de los deseos, es decir, al Universo.

 

¿Las intenciones son mejores?

Para nada. Las intenciones son lo que son. Un pedido. Envías la intención y ya no tienes más que hacer porque no depende de ti…

Es una parte esencial. Pero vamos a profundizar en este asunto.

 

¿Entonces hay que tener metas o intenciones?

Después de meditarlo mucho, de poner en práctica mil asuntos al respecto… te diré: ambas.

Como te dije las intenciones son un pedido… y las metas son lo concreto. Lograr articular ambas es un desafío, pero también es lo que permite que la vida fluya en un diálogo perfecto entre este plano y algo más sutil.

Es por esto que digo que las intenciones son un diálogo con el universo. Con tu intención le dices al universo lo que quieres… y ya no puedes hacer mucho más, hasta que sea el momento adecuado.

Entonces entran en juego las metas concretas. Tu pones tu intención, por ejemplo viajar a un lugar, pero debes dejar que esa intención tome cuerpo, forma, que tus circunstancias se movilicen hacia la concreción de esa intención. No debes hacer nada… solo sostenerte en tu intención.

Si hoy dices “quiero viajar a España” y mañana dices “mejor, quiero viajar a Australia” y pasado mañana “viajaré a la India” tu intención será fluctuante… y tardará más en concretarse. Si te mantienes en “Quiero viajar a España” o mejor, “Viajaré a España”. Aparecerá la oportunidad de hacerlo… quizás pasen años, pero la oportunidad aparecerá. Y si estás consciente que enviaste esa intención, sabrás también que aparecerá la oportunidad en el momento adecuado. Aunque hayas hecho otros planes. Ahí es donde tu decides. Pero supongamos que aparece la oportunidad de viajar, esa es la respuesta del Universo a tu intención… es el “SI” cósmico.

Entonces, cuando la oportunidad surge, vuelves a tener el poder… y entran en juego las metas. Debes definir cuándo viajarás. Comprar el pasaje. Hacer el equipaje. Ponerte en acción en pocas palabras.

¿Evidente? No tanto. Quizás cuando la situación es un viaje si… pero si hablamos de buscar y encontrar pareja… ¿te resulta fácil saber cuándo avanzar o cuándo esperar para decir algo, para no apresurarte o no arruinarlo? Y si hablamos de trabajo… cuándo es el mejor momento de invertir, de esperar, de lanzar un nuevo producto o servicio…

Si mantienes una sintonía entre tus intenciones y tus metas, sentirás más fluidez en tu vida… y lograrás entre otras cosas:

  • Menos dispersión
  • Enfocarte en varias cosas y poner tu energía en cada una en el momento adecuado
  • Alcanzar tus metas más eficientemente
  • Evitar auto-reprenderte
  • Eliminar el autoboicot o ser consciente de él.

 

trastornos_mentalesSi te pones metas sin considerar que tus intenciones están sujetas a fuerzas invisibles, que en definitiva son tus intenciones previas inconscientes… es muy probable que te frustres, porque estarán apareciendo oportunidades que responden a tus viejas intenciones y metas, pero no a las actuales. Y te encontrarás diciendo: “¿Ahora me llega esto, que ya no lo necesito?”. Seguramente te pasó. Es lo que llamo el precio de las intenciones inconscientes.

El precio de las intenciones inconscientes

Este precio no es dinero, o por lo menos no siempre. Es el precio del tiempo, de las frustraciones, del desencanto por lo que uno pretende realizar. Es el precio de ir saltando de intención en intención. Y también es el precio de igualar las intenciones a las metas. Es el precio de querer controlar la situación con metas concretas, y que el Universo tenga otros planes mejores para ti en ese momento y que no logras ver por empecinarte en tus metas (y mientras más inflexibles son tus metas, peor es)

Si aprendes a tener intenciones conscientes, a las que pones energía diariamente, y que vas definiendo con metas concretas a medida que aparecen las oportunidades este precio se irá reduciendo… quizás desaparezca.

El precio de las intenciones conscientes

Las intenciones conscientes también tienen un precio. Atención, presencia y confianza. Ese es el precio. Si no les dedicas atención, si no te mantienes presente para ver las señales u oportunidades y especialmente si no tienes la suficiente confianza para saber que llegarán esas señales y oportunidades… seguirás pagando el precio de las intenciones inconscientes.

Y este tipo de intenciones, que como ya te dije se convierten en un diálogo con el Universo… mientras más las practicas y te alineas con ellas… más rápido recibes respuestas concretas.

¿Qué esperas? Ponte ya en acción, toma tus metas y define previamente tu intención a ellas… y confía, revisa cómo ha funcionado para ti en el pasado.

 

Ponerse metas concretas y luchar por ellas sin descanso SI funciona, pero no para todos, ni en todo momento… mucho menos para todas las cuestiones de la vida. El esfuerzo, luchar por lo que se quiere es un valor maravilloso… pero saber cuándo poner el esfuerzo y cuándo descansar a mi me parece una cualidad invaluable.

 

Tamara Gallegos

Publicado en: Crecimiento Personal Etiquetado como: autoestima, conciencia, confianza

septiembre 29, 2016 By sindamel

Respirar en Armonía: O la importancia de recordar respirar en todo momento

¿Suena a broma verdad? Seguro estás pensando “¿Cómo me voy a olvidar de respirar?” y sin embargo, por imperceptibles segundos… lo hacemos.

En este post encontrarás:

  • Ejercicios de Respiración
  • Cómo la Respiración se relaciona con nuestra manera de Dar y Recibir
  • Qué sucede cuando nos alteramos
  • Lo que necesitas para controlar tus estados emocionales SOLO con tu respiración
  • Respiración Completa

 

Cuando una situación te sorprende, antes de abrir la puerta para pedirle un aumento a tu jefe o reducir tus horas, o cuando sientes miedo o ira. La tendencia es inhalar y retener el aire, no dejarlo salir o no dejar que salga todo el aire, es decir, no vaciarse. Sin embargo, no siempre es así. A veces no inhalamos. Debes saber dónde limitas tu respiración, así que vamos a hacer ejercicios para ello.

Ejercicio 1: Revisa tu respiración.

respirar

Presta atención a cómo respiras. No cambies tu respiración ni la controles… solo observa: cuánto aire inhalas, cuánto aire exhalas. Observa cuál de las dos partes de tu respiración es más larga o si tienen la misma duración. Fíjate si inhalas más de lo que exhalas. Presta atención si al exhalar lo haces de forma fluida y constante o no. Presta atención si respiras con el abdomen o con el tórax o con ambos.

Tómate unos 3 minutos para observarte respirando.

 

Cuando hice este ejercicio por primera vez, me di cuenta que inhalaba más de lo que exhalaba, que llegaba a un punto en que retenía una pequeña cuota de aire. No me vaciaba por completo. No terminaba de soltar todo el aire. Entonces empecé a detectar ese punto, y a consciencia, dar un pequeño “empujoncito” a mi exhalación. Esto lo hice durante un tiempo, hasta que logré acomodar mi respiración. Y realmente ha mejorado mucho mi forma de respirar y “acomodar” ciertas cosas en mi vida… porque nuestra forma de inhalar y exhalar también se relaciona con nuestra forma de dar y recibir… ¿lo habías notado?

 

Ejercicio 2: Dar y Recibir en pocos segundos

Vuelve a repetir el ejercicio anterior entonces, y percibe tu inhalación como tu forma de recibir y tu exhalación como tu forma de dar… ¿cambia tu perspectiva ahora? ¿puedes notar sutiles resistencias? ¿puedes abrirte más o conectar mejor con tu respiración?

Qué sucede cuando nos alteramos

Como te conté al principio, tenemos la inconsciente costumbre de retener la respiración en algún punto, especialmente cuando sucede algo inesperado o enfrentamos una situación que nos resulta difícil. Imagina por un momento esta situación: Estás en tu casa haciendo la cena, y de pronto llaman a la puerta. Al abrir te encuentras con un oficial de policía. ¿Cuál es tu reacción? ¿Qué piensas? ¿Cómo respiras? El policía te dice que necesitan hablar contigo, que necesitan que los acompañes. ¿Cómo te sientes allí? ¿Cómo estás respirando? Entonces el policía dice “sra Reyes, debe acompañarnos ahora por favor”. Y tú, escuchas ese nombre y te das cuenta que no es tu apellido… o sea que no te buscan a ti. ¿Ahora qué le pasa a tu respiración?

Lo habitual es que ante una situación tensa, nos tensemos más, que nos cueste respirar y tengamos esa sensación de que se nos cierra el pecho. Entonces la respiración se hace cada vez más difícil, y a un nivel fisiológico, respiración alterada, altera todo el funcionamiento del organismo.

Llegados a este punto, el cuerpo suele disparar la adrenalina para que logremos sobrevivir. Pero realmente, la mayoría de las situaciones que enfrentamos diariamente y que nos tensionan no redponen en peligro real nuestra vida… y la adrenalina acaba siendo mala consejera.

En fin, yo estoy aquí para decirte que NO NECESITAS LLEGAR A ESE EXTREMO.

Si aprendes a llevar la atención a tu respiración, a respirar en todo momento… entonces… no llegas a esos límites.

Y si acompañas esto con Meditación, como la que encuentras en mi Plan de Meditación,  te aseguro que cada vez llegas menos a situaciones que “te sacan” de tu modo de respirar habitual.

¿Estoy diciéndote que SOLO con respirar, puedes controlar tus estados emocionales? SI.

Lo que necesitas para controlar tus estados emocionales SOLO con tu respiración

Solo son dos pasos:

  1. Meditar habitualmente
  2. Tomarte el tiempo para regular tu respiración cuando algo te bloquea/sorprende/enoja/asusta.

Nada más. Solo dos pasos. Pero el segundo no funciona sin el primero. Porque si no te acostumbras a conocer tu respiración, a pararte en el presente a consciencia… cuando algo altere tus emociones, éstas se desbordarán como un río sin cauce e “inundarán” tu realidad; sin control, sentirás que tienes que reaccionar en vez de darte esos 10 a 30 segundos para acomodarte.

¿Y cómo regulas tu respiración?

Es muy simple… ¿recuerdas el ejercicio 1?

Vas a volver a revisar tu respiración, sólo durante 10 segundos.

Respiración Completa

Inhala a consciencia, llena de aire el abdomen y luego los pulmones, que se eleven suavemente tus clavículas. Ahora exhala, permitiendo que el aire descienda suavemente por tu pecho y abdomen. Repitelo varias veces (mínimo 3). En el video, encontrarás guía.

Listo.

 

Simple. Porque mientras más simple es más sencillo de aplicar y más efectivo. No dejes que tu mente te engañe diciéndote que hay secretos ocultos. No los hay. Respirar es tan simple, porque es parte esencial de reconocer que estamos vivos…

 

Me encantaría que me cuentes si lo pones en práctica, y cómo te ha funcionado. Y cuéntame si tienes otras herramientas para equilibrar tus emociones!

 

Tamara Gallegos

Publicado en: Meditación Etiquetado como: conciencia, emociones, meditación

agosto 11, 2016 By sindamel

4 Claves para Reconectarte con vos misma

¿Por qué reconectarte? Me sucede en ocasiones que me siento desconectada de mi misma. ¿Te ha ocurrido? Con frecuencia este sentimiento de “desconexión” precede a un gran cambio, un salto cuántico interior que me permite descubrir algo que no conocía de mí. Pero a veces, este distanciamiento interno solo es producto de la mera distracción.

 
Si llevas un tiempo por aquí, sabrás que insisto mucho con el tema de estar presentes y vivir el aquí y ahora. Esto es porque es mi trabajo constante. Debo traerme de muchos lugares donde mi mente y mis intenciones divagan alegremente. Entonces me dedico a traerme, a respirar, a meditar, a enfocarme en este momento. Y si a ti te sucede algo similar, entonces, lo que voy a contarte es para ti.

 
Estar presente no es sencillo cuando vives rodeada de estímulos y distracciones de todo tipo: los niños, el trabajo, la tv, la familia, la pareja, la economía, lo que pasa en el país, a nivel mundial, etc. Y se nos pasa el día con todas esas cuestiones… y no tomamos esos 15 minutos para nosotras.

 

A mí personalmente, se me pasan días hasta que me doy cuenta de que he olvidado mi práctica diaria. Suelo darme cuenta por alguna de estas circunstancias:

 
– Me siento cansada, desganada o simplemente me quedo dormida.
– Comienzo a enfocarme en las cosas que no quiero, en lugar de mantener el foco en lo que si deseo.
– Mi mente se llena de “pensamientos basura”. Es decir, pensamientos improductivos…
– Descuido mi alimentación
– Las actividades cotidianas me resultan agobiantes
– Me enojo fácilmente

 
Hay una característica en común en todas estas situaciones, y es que siento como si estuviera detrás de un vidrio… observando todo lo que sucede pero sin poder acercarme, como si mi vida ocurriera tras una vidriera y yo me quedé fuera.

 
En ese momento suelo darme cuenta de que hace días dejé mis “rituales diarios” de lado y me sumé a la ola de lo “normal”. Así que sea la hora que sea, me detengo. Esté haciendo lo que sea que esté haciendo me detengo y comienzo a aplicar estas sencillas tácticas para volver a conectarme conmigo misma.

Clave 1: Respirar

Te vas a cansar de leerme repetirlo pero yo no me voy a cansar de decírtelo. Respira profundo, exhala a consciencia y permite que el aire te inunde cuando inhalas.

 
Es que cuando nos tensionamos, nos enojamos, estamos mal emocionalmente o simplemente nos distraemos lo primero que da el alerta es la respiración. Solemos contenerla, detener ese flujo vital por unos instantes que son imperceptibles pero tienen gran impacto. La respiración permite que fluya la sangre, pero también la energía y al retenerse la respiración, el flujo energético se detiene…

 

Respirar a consciencia es como la respiración de un bebé o de un niño. Llenando de aire el abdomen y luego los pulmones. Así se oxigena completamente nuestro ser. Inténtalo. Recuérdate respirar. Porque si retienes la respiración el flujo energético se detiene también y comienzas a percibir una realidad en una octava vibracional menor.

 Clave 2: Retomar

Volver a las bases es siempre una buena práctica. ¿Qué aprendiste primero? ¿A meditar? ¿Reiki? ¿Limpieza de chakras? Bueno lo que sea con lo que hayas comenzado a reencontrarte contigo misma, te sugiero utilizarlo. O aquello que sabes que te funcionó antes, pero dejaste de hacerlo porque aprendiste algo nuevo o por lo que sea. Retomar las prácticas que hemos dejado de lado nos devuelve siempre un aire fresco pero conocido… nos ayuda a anclarnos otra vez.

 
A menudo me preguntan: qué pasa si no practiqué, ¿lo puedo hacer? Y la respuesta es si. Hay que comenzar con paciencia, como si hubiéramos dejado de caminar un tiempo y hay que aprender de nuevo. Pero se puede… porque todas las prácticas que realizamos sean físicas o espirituales, se quedan ancladas como memorias en nuestros cuerpos… y al retomarlas, se vuelven a ejercitar.
Como dicen, es como andar en bicicleta. Jamás se olvida.

Clave 3: Conectar con los elementos

meditar

Por lo general descuidamos este aspecto y no nos armonizamos a consciencia con los elementos. Entonces estamos muy mentales y poco terrenales, por ejemplo. Mantener este equilibrio es sencillo y solo requiere que estemos atentos y cada día dediquemos un momento a conectar con los 4 elementos.

 
Y esto es más natural de lo que puede parecer, solo debemos ponerle consciencia y presencia. Al ducharte te conectas con el agua, la comida te conecta con la tierra, cocinar con el fuego, y un simple sahumerio (incienso) o un hornito con aromas te alinea con el elemento aire.

 
Tener un espacio donde en cada habitación del hogar se representen los elementos es una gran ayuda para mantener el enfoque en este tema. Otra forma es crear un espacio en la casa, yo tengo un altar en mi casa con piedras, sahumerios y palo santo, velitas, orgonites, una ocarina y fotos de nuestros ancestros. Es el espacio para conectar con algo más grande, de lo que te hablo en el punto siguiente.

Clave 4: Guías y Ancestros

Pedir asistencia y abrirse a algo más grande… diariamente. Esta es la manera de permanecer humildes y en sintonía. Para mí es fundamental porque solemos descuidar este aspecto también. Empezamos a suponer que nuestras plegarias no son escuchadas y que tenemos que hacerlo todo solos. Y no es así. Pero si no somos capaces de pedir ayuda, asistencia, guía y consuelo a los guías y ancestros… ellos respetan esa decisión y no intervienen. Esperan.

 
Y esperan que simplemente nos contactemos con ese plano sutil donde habitan. Esto es tan sencillo… solo requiere decir “queridos guías les pido su asistencia en todo momento en este día. Queridos ancestros yo me pongo en sintonía con la vida” y finalmente “Me abro a algo más grande (o a la vida, al universo, a dios…)”

 
Esto es estar receptivas… si no estamos receptivas, daremos mucho pero no recibiremos. Y ese no recibir no es porque “no nos dan” sino porque no estamos abiertas a recibir e inconscientemente rechazamos lo que vuelve. Hablaremos de esto en unas semanas.

 

 

Estas claves son muy sencillas y simples de aplicar. Además no necesitas aplicarlas todas juntas, con una es suficiente la mayoría de las veces. Así que puedes probar, porque si sientes que has perdido enfoque, te has desconectado, te sientes perdida o simplemente sola… estas claves te ayudarán.
Hoy te conté lo que yo hago para re-conectarme conmigo, ¿Y tú que haces para reconectarte contigo misma?
Comparte en los comentarios que todo suma para ayudarnos a crecer y mantenernos en sintonía.

En Amor,
Tamara Gallegos

Publicado en: Crecimiento Personal Etiquetado como: amor, conciencia, equilibrio, espiritualidad

  • « Página anterior
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • …
  • 19
  • Página siguiente »

Un Hilo Invisible

Un Hilo Invisible

PATRON ENERGÉTICO

Este texto es de otro pps (que también adjunto al final). Me parece interesante, algunas cosas las diría de otra manera pero son palabras de otra persona y no las alteraré. Espero que les sirva, les agrade, lo usen, etc. ***          ***       ***           ***         ***         ***        ***        *** El Patrón Energético o Patrón Kármico es […]

Habla de tí

Siempre… habla de tí mism@ Revisa lo que dices y te dices

La economía de la sonrisa

♥ LA ECONOMIA DE LA SONRISA ♥ Había una vez un rey sabio y bueno que observaba preocupado la importancia que todos daban al dinero, a pesar de que en aquel país no había pobres y se vivía bastante bien. – ¿Por qué tanto empeño en conseguir dinero?- preguntó a sus consejeros. – ¿Para qué […]

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies

Copyright © 2022 · Executive Pro Theme On Genesis Framework · WordPress · Acceder