Un Hilo Invisible by Tamara Gallegos

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agosto 26, 2016 By sindamel

Las 6 cosas que aprendí sobre la abundancia

El otro día en Facebook dejé esta pregunta:

¿Cómo te sentirías plenamente abundante?

O en otras palabras:

¿Qué necesitas para ser plenamente abundante?

Y las respuestas me sorprendieron mucho. Esperaba las típicas respuestas de: ganar más dinero, no tener deudas y cosas así. Pero fueron totalmente  diferentes.

Acá te voy a compartir algunas respuestas:

“Yo considero que amarme incondicionalmente y confiar en mi…”

“Lo q me hace falta para sentirme abundante es poder dar el amor que tengo a un hijo”

“Hace poco lo experimente y aun no teniendo nada sentí que era abundante y me sentí feliz….y en mi caso necesito que se manifieste lo que siento. Siento que soy abundante”

“Me siento plenamente abundante cuando puedo disfrutar de todo lo que me rodea. Familia, hogar, naturaleza, mis tareas cotidianas”

“Abundancia para mi es sentir que no me ponen obstáculos o resistencia a las cosas que hago o me propongo de hacer, fluidez en todas mis acciones…. cuando sucede, me siento en el 7mo cielo!!!!!…. y cuando espontáneamente intercambian un gesto de bondad o sencillamente con amabilidad… es la gloria! Por sencillo que sea, cada célula de mi cuerpo sonríe y se infla de amor”

“Sentirme merecedora, que puedo disfrutar de una abundancia plena sin ningún tipo de peso”

Me encanta porque yo no tenía tan claro esta búsqueda de la abundancia cuando comencé a plantearme el asunto.

Todo lo que estas hermosas mujeres comentaron refiere al aspecto inmaterial de la abundancia, aspecto sutil e interior que quizás no se ve a simple vista… pero se manifiesta en la forma de vida de cada persona. Si no nos sentimos con confianza, merecedoras, en capacidad de dar amor o de brindar algo útil al mundo, entonces el sentimiento de abundancia se estanca. Aquí te hablé de ello.

Un poco de mi propio camino

Te quiero contar un poco de mi historia. Yo empecé a buscar abundancia tratando de resolver problemas de dinero. Y ello me llevó a descubrir el Reiki y luego los Registros Akashicos y aquí me tienes escribiendo esto. Yo estoy profundamente agradecida a mis problemas con el dinero porque gracias a ellos logré encontrarme un poco y descubrir mi camino.

Esto fue hace unos 9 o 10 años. Yo no sabía nada de la energía, ni de ángeles o guías. Yo solo sabía que era estudiante, mi madre estaba enferma y yo quería ayudar. Así que empecé a buscar opciones… y entre esas opciones, descubrí El Secreto… y de ahí descubrí mil cosas más.

Las 6 cosas que aprendí sobre la abundancia en estos años:

El dinero es maravilloso

Si eres un poco como yo era, o más bien como me había enseñado a ser, rechazaras la idea de tener dinero. Quizás hasta tienes ideas de que el dinero es sucio, de que hay que hacer cosas ilegales para conseguir dinero o cosas por el estilo.

Pues yo pensaba así. Hasta que entendí -y créeme que me llevó varios años- que el dinero es solo energía… y que es una forma de la energía maravillosa: porque le encanta estar con quien lo quiere y se aleja de quien lo rechaza.

“El dinero viene a mi cuando estoy haciendo lo que amo hacer, porque solo así estoy en sintonía con la vida.”

Lee más aquí

El trabajo no tiene que ser duro

Yo crecí en una familia donde no hacer lo que amas es algo así como un pecado. Es mejor ser pobre pero hacer lo que se ama. Ese es a grandes rasgos el lema de la familia. Pero junto a ese lema había una noción de esfuerzo, lucha, de que nunca alcanza y siempre hay que trabajar más y más para llegar a fin de mes.

Así que me tocó aprender que uno puede trabajar en lo que ama… pero que ello no implica morir por el trabajo, ni dejarse la salud o la familia en el proceso. Y también tuve que aprender que se puede recibir retribución justa, trabajando como uno desea.

Me merezco todo lo que quiera

Parece increíble pero yo sentía que no me merecía ciertas cosas. Así que tuve que sanar este asunto. No fue fácil para mi descubrirlo, de hecho me llevó varios años darme cuenta que tenía este sentimiento de “no merezco”. Y lo manifestaba trabajando mucho y ganando muy poco, regalando mi trabajo o cobrando poco por mi tiempo. También en el hecho de no disfrutar de mi tiempo libre, de mi familia. ¿Te ha sucedido?

Cuando me di cuenta de esto y lo trabajé en mi, todo comenzó a cambiar. Fui aprendiendo a permitirme disfrutar de la vida, a preguntarme ¿qué quiero? ¿qué necesito? ¿qué me merezco? Aún estoy en este proceso, sigo descubriéndome muchas veces auto-limitándome… en ocasiones con mis sentimientos, diciéndome: no debo sentirme así o asá.

Tengo mucho para Dar

Yo era extremadamente tímida, no me atrevía a hablarle a otras personas y esto sucedía porque sentía que no tenía demasiado que ofrecer o que no era ni valiosa ni relevante mi experiencia.

Dar es exponerse. Dar es decir: esta soy yo y ofrezco esto que soy al mundo, a la existencia.

No es sencillo. Animarse a poner un pie fuera del ámbito interno requiere valentía y fuerza. En general esa fuerza y valentía vienen de lo aprendido y de una sintonía con la vida que es imperceptible pero está presente con fuerza.

A mi me costó asumir que podía dar, y que aquello que tengo para dar es bueno y útil. Quizás no para todos, pero sí para algunas personas. Y con eso basta. Si tienes algo para dar que es útil para algunas personas, ya tienes mucho para dar.

Y aquí no hablamos de cosas materiales, eso lo da cualquiera. Hay quienes tienen para dar Amor a sus hijos. Y no es poco. El mundo parece pedirnos que demos algo más… y justamente, hay que aprender a dar lo que se puede y lo que se tiene, no más. Allí reside una fuerza inmensa.

A mi me encanta este texto que habla del Dar

El Universo (y la Vida) me da todo lo que pido. Nunca nada me falta.

atraccionEste es el aprendizaje más difícil. El que debo recordarme a diario para no distraerme en las apariencias.

La verdad es: Tengo todo lo que necesito y más.

Pero no siempre sé reconocer que lo tengo. Y de nuevo, no hablo de lo material. A veces me quejo de lo que puedo y no puedo hacer, de mis situaciones de vida. Necesito reconectarme, y volver a reconocer que tengo exactamente lo que necesito para mi experiencia en este momento preciso de mi vida. Ni más ni menos.

Y cuando reconozco y agradezco esto, puedo recordar que solo tengo que pedir lo que necesito o considero que necesito para pasar a otra experiencia. Solo debo decir: quiero …. (por ejemplo: quiero disfrutar más tiempo en familia). Y allí suceden dos cosas: La primera es que mi cerebro se pone a analizar las posibilidades y la segunda (que sucede simultáneamente) es que si en este instante eso no es posible, el Universo se encarga de mover las cosas.. para que sea posible en un futuro presente cercano.

Simple. Así funciona el Universo.

Soy abundante en aquello en que me enfoco

Este es el más grande problema que descubrí en mí. Yo soy abundante en lo que me enfoco. Experimento en completa abundancia lo que pienso y siento con más frecuencia en mi día a día. Entonces si me paso el día quejándome de lo que sea, tendré más motivos para quejarme… y abundarán las quejas en mi vida.

Y como te he contado, yo tengo que hacer un gran trabajo para mantenerme presente y enfocada. Así que cada tanto me doy cuenta que estoy quejándome, juzgándome, enojándome conmigo, autoexigiéndome y muchas cosas más. Entonces debo cambiar el enfoque.

Dicen que la energía sigue a la intención. Y he comprobado que es así. Si pienso que tengo deudas, que no me alcanza, que me falta el tiempo, que no puedo disfrutar de hacer lo que quiero… entonces eso es lo que obtengo. Y me dirás que a ti también te pasa, pero que es tu realidad y no la puedes cambiar.

Yo te digo que sí. El truco es enfocarse en lo pequeño. Te doy un ejemplo personal: Cuando me autoexijo demasiado, comienzo a reenfocarme valorando las cosas que hice en el día. Como sabes tengo dos hijos pequeños, así que los planes que pueda tener suelen demorarse por imprevistos como comida, juegos, cuidados no programados. Y puedo mantenerme en la autoexigencia de hacer todo lo que me propongo, o puedo fluir y hacer lo mejor que puedo y valorar eso… y lo que no logré hacer, dejarlo para el día siguiente.

Cuando eres madre, esa frase de “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” se transforma en “cuida lo importante y lo demás que quede para mañana”.

Y cuando hago esto todo se ordena de otra manera. Y empieza a fluir lo que quiero.

 

Pero todo esto y más lo veremos en profundidad en el Taller de Abundancia

Ahora es tu turno de compartir ¿Qué necesitas para ser plenamente abundante?

 

Tamara Gallegos

Publicado en: Crecimiento Personal Etiquetado como: abundancia

mayo 31, 2014 By sindamel

AbundanteMente

Sé que cuando empiezas a leer sobre abundancia, esperas leer sobre cómo atraer más dinero o vivir en prosperidad. No voy a hablar de eso… hablaré de lo que necesitas para lograrlo. ¿Me acompañas?

AbundanteMente…

Tu ya eres abundante. Infinita, inmensamente abundante. Eres un ser lleno, completo, repleto, rebozante de vida.

Y la vida no es poco. La vida es todo. Y tu tienes vida, lo tienes todo.

Tienes porque eres. Erradica ya esa idea de que eres lo que tienes. Esa es la ilusión. Tu tienes, porque eres. Y lo que tienes es la Vida.

c37024d13301e2f322c342958e93c5dcTu mente es abundante en pensamientos e ideas.

Tu cuerpo emocional está repleto de emociones y sensaciones

Tu cuerpo físico es todo un Universo de átomos interrelacionados para que tú, seas tu.

¿De qué puedes, entonces, carecer?

A veces, solo a veces, puedes sentirte carente… pero esto solo ocurre porque te llenan (es decir, te abundan) pensamientos de insatisfacción. Te llenas de nada, olvidando que eres todo; eres vida, eres amor, eres paz, eres consciencia. Te llenas de olvido y te creas una máscara… la máscara de la carencia. No vales. No eres. No tienes. Te falta.

 

Ysí… te falta.

No te falta el dinero. No te falta una pareja. No te faltan hijos. Tampoco estudios. Tampoco que tu jefe te respete. No te falta que se acabe la violencia en el mundo ni que te bajen los impuestos. No te faltan cosas materiales, ni te faltan las caricias de un amor.

Y sé que estarás a punto de dejar de leer. Quizás no quieres saber qué te falta… porque tú sabes que todo lo que te falta lo acabo de mencionar y dije que no te falta.

Pero cuando te sientes así, y todo eso te falta, y careces de todo aquello que deseas y sueñas, y los sueños son inalcanzables mientras te vuelves una pequeña hormiga ante el inmenso mundo que te arrastra… y solo deseas sentirte abundante… solo te falta una cosa:

Tú.

Te faltas a ti mismo. Te has olvidado de quien eres verdaderamente. Te falta amarte incondicionalmente. Te falta recordar que eres VIDA. Y la vida fluye, abundante… por la mente, las emociones, el cuerpo… la vida es el alma manifestándose.

Eres Vida. Eres Amor. Eres Paz. Eres un ser valioso. Único. Eres. Tienes todo lo que necesitas para Ser quien eres. El resto son simples adornos.

Porque ni todo el dinero del mundo te hará sentir abundante, si no reconoces la abundancia de tu alma. Ni aquel que esté a tu lado te dará  el suficiente amor…sino sabes dártelo a tí primero. Ni los hijos completarán la vida, si tú no emprendes el viaje a cumplir tu misión… ellos no podrán hacerlo por ti. Y ninguna profesión te llenará, si no es lo que hace vibrar tu alma.

 

Cambia el foco… si no te sientes abundante… reconoce que estás siendo abundante ahora, aquí… solo que no abunda en ti lo que quieres. Abunda el miedo, la preocupación, las limitaciones… tienes una mente abundante… que debes transformar positivamente para ser siempre AbundanteMente Vida.

 

Te dedico esto a vos… abundante de Amor, de Alegría, de Comprensión, de Aprendizajes… y especialmente de páginas en blanco para escribir tu propia vida.

Tammy

Publicado en: Crecimiento Personal Etiquetado como: abundancia

junio 27, 2010 By sindamel

La gran injusticia de la vida

ESTUPENDO.

**********************

Es fácil ver el mundo como un lugar de » lo que tengo» y » lo que me falta». A nivel personal es la visión de la que surge la envidia, es decir, tu tienes lo que yo quiero o lo que creo deberia tener. El rencor que produce esta actitud destruye la felicidad y causa insatisfacción en la vida. Paradójicamente, cuanto más quieres lo que los demás tienen menos capaz eres de recibirlo. La energia negativa de la envidia que emanas al creer que tienes menos cosas que los demas y que la vida te esta tratando injustamente , hace que tu habilidad para atraer situaciones positivas, disminuya. Aunque a algunas personas lo que les irrita no es tener menos dinero que otros, sino la injusta y desproporcionada distribución de la riqueza en el mundo. Sin duda, cualquier ser humano necesita los recursos básicos para vivir, como la comida y un techo bajo el que guarecerse. Sin embargo, es interesante observar por un lado la expresión de radiante felicidad de los niños de las aldeas indias que casi lo único que comen al día es un bol de arroz y un par de chapatís, y por otro la infeliz expresión de los niños de los pueblos y las ciudades de los llamados países desarrollados, que lo tienen todo y viven rodeados de lujo, en comparación con los anteriores. ¿ Quien es en este caso el más pobre y el más rico?

Ros Rouselart

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Publicado en: Reflexiones Etiquetado como: abundancia

mayo 22, 2010 By sindamel

Abundancia y Riqueza



Abundancia y Riqueza son aspectos que debes desarrollar y cultivar en cada uno de los aspectos que conforman tu vida. No hablamos de dinero o cosas materiales, ello es sólo una proyección. Debes cultivar la abundancia y la riqueza en tus relaciones, en tu profesión, en tu conocimiento, en tu interior mismo.

Así te convertirás en el rey midas, y todo a tu alrededor relucirá de abundancia, serás capaz de llevar la abundancia allí donde vayas, porque Tu Eres Abundancia.

En ese momento entenderás que la riqueza material es sólo una consecuencia de tu riqueza interior (espiritual). Así como tu cuerpo físico es una proyección de tu Alma.

Cultiva abundancia en todos los aspectos, no hay nada más importante que otra cosa. Todo es igualmente importante. Encuentra el equilibrio. Pues cuando das más importancia a un aspecto en detrimento de otro, produces conflicto y desequilibrio.

Recomendación para quien no sabe cómo lograr esto: Define que es lo que quieres en todos los aspectos de tu vida, incluyendo el material y también asegúrate de que exista una satisfacción para el ego. (El ego es útil, solo debemos estar concientes de que no somos nuestro ego, y necesitamos estar atentos para que no nos controle y nos haga creer que somos él.)
Asegúrate de incluir qué quieres en tus relaciones (no solo de pareja, en todas), en tu profesión, que quieres lograr espiritualmente, etc.
Y no te preocupes demasiado, con el tiempo lo podrás ir modificando si lo deseas.
Luego podrás ir observandote, teniendo siempre presente tus notas de lo que deseas. Descubrirás donde creas abundancia y donde no. Se objetivo.

Y recuerda: no existe real diferencia, más que la que nuestras creencias establecen, entre un aspecto y otro de nuestro ser. Si puedes crear abundancia en un aspecto, lo puedes hacer en todos.

Estas palabras tienen como objetivo recordarnos que somos la abundancia en acción y que debemos abandonar los aparentes conflictos que existen en nuestra realidad. Hay que aprender a ser coherentes y consistentes.

Es un desafío, una gran labor. Pero ¿acaso no vale la pena tomarse un pequeño periodo de tiempo cada día para limpiar nuestras oscuridades, transmutarlas y aprender cuál es nuestra luz para poder transmitirla al mundo?

Yo, creo que sí. Te contaré por qué.

Comencé mi camino espiritual buscando riqueza material. Al poco tiempo de seguir a rajatabla lo que me decían libros, gurúes y algunas personas que lo habían conseguido descubrí que el problema no estaba fuera, sino que estaba en mí.

Entonces empecé a trabajar para solucionar el problema de raíz. Descubrí muchas cosas de mi misma revisando mis creencias, transmutando muchas y reemplazando las más “hostiles”.

Debo decir que al principio hubo cosas que dejé de lado, a las cuales me resistí a tocar con la absurda creencia implantada de que, al dejar ciertos aspectos “de mi ser” de lado, iba a perder identidad. Con el tiempo descubrí esta falacia también y analicé esos aspectos.

Entonces me encontré con algo mucho más profundo, las capas internas de la cebolla como suelo decir. Resultó que ahí dentro, escondida detrás de un montón de creencias, experiencias, pensamientos, emociones, luces y sombras había un Alma. Un alma pura, un alma que estaba en completa y total paz consigo misma. Y además descubrí que no solo estaba dentro de mí, estaba a mi alrededor, Era (Es) yo. Pero el alma, además me reveló que era la misma alma… la misma que hay en ti, en él, en el niño, en el árbol, en la flor, en la tierra, en las estrellas, en todo lo que es.

Mi pedacito de Alma me reveló entonces que no le falta nada, porque ella Es Todo.

Se reveló ante mi otro conocimiento, uno más profundo y más puro. Un conocimiento de Unidad, de Paz, de Luz y Amor.

Con el tiempo descubrí que esta abundancia y conciencia de la infinitud no era aplicada, por mí, en todos los aspectos de mí ser. Y comencé a trabajar en ello. Aún lo hago, porque continúo siendo un ser dual, pero reconozco que mis sombras son el camino a seguir para crecer un poco más.

En el camino he descubierto quién soy, qué quiero y cómo puedo hacer de este mundo un lugar mejor.

¿Qué encontraré en el futuro? Es un misterio… y agradezco infinitamente por esa fuente inagotable de misterios que es la existencia.

Tamara Gallegos  / Sindamel

27/05/2010


Pintura: Paisaje de Otoño, 1976, Manuel Reyna

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Publicado en: Reflexiones Etiquetado como: abundancia, conciencia, sombras

abril 1, 2010 By sindamel

Dar Gratuitamente

Recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo desde alguno de los dos polos, obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza.

El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia. Y esta interacción opera a través de la ley del dar. Puesto que nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un intercambio constante y dinámico, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo. Cuando la sangre deja de circular, comienza a coagularse y a estancarse. Por ello, debemos dar y recibir para mantener circulando permanentemente la riqueza y la afluencia –o cualquier cosa que deseemos en la vida.
La palabra “afluencia” viene de la raíz latina affluére (es decir, “fluir hacia”), y significa “fluir en abundancia”. El dinero realmente es un símbolo de la energía vital que intercambiamos y de la energía vital que utilizamos como consecuencia del servicio que le prestamos al universo. Al dinero, también se le llama moneda “corriente”, nombre que refleja igualmente la naturaleza fluida de la energía. La palabra “corriente” viene del latín currére que significa “correr” o “fluir”.

Por lo tanto, si impedimos la circulación del dinero –si nuestra única intención es acapararlo y aferrarnos a él-, impediremos también, que éste vuelva a circular en nuestra vida, puesto que el dinero es energía vital. Para que esa energía fluya constantemente hacia nosotros, debemos mantenerla en circulación. Al igual que un río, el dinero debe mantenerse en movimiento o, de lo contrario, comienza a estancarse, a obstruir, a sofocar y a estrangular su propia fuerza vital. La circulación lo mantiene vivo y vital.

Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar. Lo que sube debe bajar; lo que se va debe volver. En realidad, recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo desde alguno de los dos polos, obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza.

En toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia al suelo fértil. A través de su acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una manifestación material.

Cuanto más demos, más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse. Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar.


La Magia de la Intención

Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por lo tanto, genera abundancia. La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón. Por eso, el acto de dar debe ser alegre; la actitud mental debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar. De esa manera, la energía que hay en el acto de dar aumenta muchas veces más.

En realidad, practicar la ley del dar es muy sencillo: si deseamos alegría, demos alegría a otros; si deseamos amor, aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza. Es decir, la manera más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean. Este principio funciona igualmente bien para las personas, las empresas, las sociedades y las naciones. Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo el mundo las cosas buenas de la vida.

Incluso, la sola idea de dar, el simple deseo o una sencilla oración tienen el poder de afectar a los demás. Esto se debe a que nuestro cuerpo, reducido a su estado esencial, es un haz individual de energía e información en medio de un universo de energía e información. Somos haces individuales de conciencia en medio de un universo consciente. La palabra “conciencia” implica mucho más que energía e información –implica una energía y una información que viven en forma de pensamiento. Por lo tanto, somos haces de pensamiento en medio de un universo pensante. Y el pensamiento tiene el poder de transformar.

La vida es la danza eterna de la conciencia, que se manifiesta como un intercambio dinámico de impulsos de inteligencia entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo universal, entre la mente humana y la mente cósmica.

Cuando aprendemos a dar aquello que buscamos, activamos esa danza y su coreografía con un movimiento exquisito, enérgico y vital, que constituye el palpitar eterno de la vida.

Dar en la Vida Diaria

La mejor manera de poner a funcionar la ley del dar –de iniciar todo el proceso de circulación- es tomando la decisión de que cada vez que entremos en contacto con una persona, le daremos algo. No es necesario que sean cosas materiales; podría ser una flor, un cumplido o una oración. En realidad, las formas más poderosas de dar no son materiales. Obsequios como interesarse, prestar atención, dar afecto, aprecio y amor son algunos de los más preciados que se pueden dar,y no cuestan nada. Cuando nos encontremos con alguien, enviémosle en silencio un buen deseo por su felicidad, alegría y bienestar. Esta forma de generosidad silenciosa es muy poderosa.

Una de las cosas que me enseñaron cuando era niño, y que también les he enseñado a mis hijos, es nunca visitar a alguien sin llevarle algo; no visitemos nunca a nadie sin llevarle un regalo. Sin embargo, uno podría preguntarse: “¿Cómo puedo hacerles regalos a los demás si ahora ni siquiera tengo suficiente para mí?” Podemos regalar una flor, una sola flor. Podemos llevar una nota o una tarjeta que exprese algo sobre nuestros sentimientos hacia la persona a quien visitamos. Podemos llevar un elogio. Podemos llevar una oración.

Tomemos la decisión de dar en todo lugar a donde vayamos, y a quien quiera que veamos. Mientras estemos dando, estaremos recibiendo. Cuanto más demos, más confianza tendremos en los efectos milagrosos de esta ley. Y a medida que recibamos más, también aumentará nuestra capacidad de dar.

Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente prósperos, porque la naturaleza satisface todas las necesidades y deseos. No nos falta nada, porque nuestra naturaleza esencial es la potencialidad pura, las posibilidades infinitas. Por consiguiente, debemos saber que ya somos intrínsecamente ricos, independiente de cuánto dinero tengamos, porque la fuente de toda riqueza es el campo de la potencialidad pura, es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad, incluidos la alegría, el amor, la risa, la paz, la armonía y el conocimiento. Si vamos en pos de estas cosas primero –no solamente para nosotros mismos, sino para los demás-, todo el resto nos llegará espontáneamente. Cómo Aplicar la Ley del Dar

Pondré a funcionar la ley del dar comprometiéndome a hacer lo siguiente:

1. Llevaré un regalo a cualquier lugar a donde vaya y para cualquier persona con quien me encuentre. Ese regalo puede ser un elogio, una flor o una oración. Hoy les daré algo a todas las personas con quienes me encuentre, para iniciar así el proceso de poner en circulación la alegría, la riqueza y la prosperidad en mi vida y en la de los demás.

2. Hoy recibiré con gratitud todos los regalos que la vida me dé. Recibiré los obsequios de la naturaleza: la luz del sol y el canto de los pájaros, los aguaceros de primavera o las primeras nevadas del invierno. También estaré abierto a recibir de los demás, ya sea un regalo material, un elogio o una oración.

3. Me comprometeré a mantener en circulación la abundancia, dando y recibiendo los dones más preciados de la vida: cariño, afecto, aprecio y amor. Cada vez que me encuentre con alguien, le desearé en silencio felicidad, alegría y bienestar.

DEEPAK CHOPRA

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Publicado en: Reflexiones Etiquetado como: abundancia, equilibrio, fluir

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