¿Suena a broma verdad? Seguro estás pensando “¿Cómo me voy a olvidar de respirar?” y sin embargo, por imperceptibles segundos… lo hacemos.
En este post encontrarás:
- Ejercicios de Respiración
- Cómo la Respiración se relaciona con nuestra manera de Dar y Recibir
- Qué sucede cuando nos alteramos
- Lo que necesitas para controlar tus estados emocionales SOLO con tu respiración
- Respiración Completa
Cuando una situación te sorprende, antes de abrir la puerta para pedirle un aumento a tu jefe o reducir tus horas, o cuando sientes miedo o ira. La tendencia es inhalar y retener el aire, no dejarlo salir o no dejar que salga todo el aire, es decir, no vaciarse. Sin embargo, no siempre es así. A veces no inhalamos. Debes saber dónde limitas tu respiración, así que vamos a hacer ejercicios para ello.
Ejercicio 1: Revisa tu respiración.

Presta atención a cómo respiras. No cambies tu respiración ni la controles… solo observa: cuánto aire inhalas, cuánto aire exhalas. Observa cuál de las dos partes de tu respiración es más larga o si tienen la misma duración. Fíjate si inhalas más de lo que exhalas. Presta atención si al exhalar lo haces de forma fluida y constante o no. Presta atención si respiras con el abdomen o con el tórax o con ambos.
Tómate unos 3 minutos para observarte respirando.
Cuando hice este ejercicio por primera vez, me di cuenta que inhalaba más de lo que exhalaba, que llegaba a un punto en que retenía una pequeña cuota de aire. No me vaciaba por completo. No terminaba de soltar todo el aire. Entonces empecé a detectar ese punto, y a consciencia, dar un pequeño “empujoncito” a mi exhalación. Esto lo hice durante un tiempo, hasta que logré acomodar mi respiración. Y realmente ha mejorado mucho mi forma de respirar y “acomodar” ciertas cosas en mi vida… porque nuestra forma de inhalar y exhalar también se relaciona con nuestra forma de dar y recibir… ¿lo habías notado?
Ejercicio 2: Dar y Recibir en pocos segundos
Vuelve a repetir el ejercicio anterior entonces, y percibe tu inhalación como tu forma de recibir y tu exhalación como tu forma de dar… ¿cambia tu perspectiva ahora? ¿puedes notar sutiles resistencias? ¿puedes abrirte más o conectar mejor con tu respiración?
Qué sucede cuando nos alteramos
Como te conté al principio, tenemos la inconsciente costumbre de retener la respiración en algún punto, especialmente cuando sucede algo inesperado o enfrentamos una situación que nos resulta difícil. Imagina por un momento esta situación: Estás en tu casa haciendo la cena, y de pronto llaman a la puerta. Al abrir te encuentras con un oficial de policía. ¿Cuál es tu reacción? ¿Qué piensas? ¿Cómo respiras? El policía te dice que necesitan hablar contigo, que necesitan que los acompañes. ¿Cómo te sientes allí? ¿Cómo estás respirando? Entonces el policía dice “sra Reyes, debe acompañarnos ahora por favor”. Y tú, escuchas ese nombre y te das cuenta que no es tu apellido… o sea que no te buscan a ti. ¿Ahora qué le pasa a tu respiración?
Lo habitual es que ante una situación tensa, nos tensemos más, que nos cueste respirar y tengamos esa sensación de que se nos cierra el pecho. Entonces la respiración se hace cada vez más difícil, y a un nivel fisiológico, respiración alterada, altera todo el funcionamiento del organismo.

Llegados a este punto, el cuerpo suele disparar la adrenalina para que logremos sobrevivir. Pero realmente, la mayoría de las situaciones que enfrentamos diariamente y que nos tensionan no ponen en peligro real nuestra vida… y la adrenalina acaba siendo mala consejera.
En fin, yo estoy aquí para decirte que NO NECESITAS LLEGAR A ESE EXTREMO.
Si aprendes a llevar la atención a tu respiración, a respirar en todo momento… entonces… no llegas a esos límites.
Y si acompañas esto con Meditación, como la que encuentras en mi Taller de Meditación, te aseguro que cada vez llegas menos a situaciones que “te sacan” de tu modo de respirar habitual.
¿Estoy diciéndote que SOLO con respirar, puedes controlar tus estados emocionales? SI.
Lo que necesitas para controlar tus estados emocionales SOLO con tu respiración
Solo son dos pasos:
- Meditar habitualmente
- Tomarte el tiempo para regular tu respiración cuando algo te bloquea/sorprende/enoja/asusta.
Nada más. Solo dos pasos. Pero el segundo no funciona sin el primero. Porque si no te acostumbras a conocer tu respiración, a pararte en el presente a consciencia… cuando algo altere tus emociones, éstas se desbordarán como un río sin cauce e “inundarán” tu realidad; sin control, sentirás que tienes que reaccionar en vez de darte esos 10 a 30 segundos para acomodarte.
¿Y cómo regulas tu respiración?
Es muy simple… ¿recuerdas el ejercicio 1?
Vas a volver a revisar tu respiración, sólo durante 10 segundos.
Respiración Completa
Inhala a consciencia, llena de aire el abdomen y luego los pulmones, que se eleven suavemente tus clavículas. Ahora exhala, permitiendo que el aire descienda suavemente por tu pecho y abdomen. Repitelo varias veces (mínimo 3). En el video, encontrarás guía.
Listo.
Simple. Porque mientras más simple es más sencillo de aplicar y más efectivo. No dejes que tu mente te engañe diciéndote que hay secretos ocultos. No los hay. Respirar es tan simple, porque es parte esencial de reconocer que estamos vivos…
Me encantaría que me cuentes si lo pones en práctica, y cómo te ha funcionado. Y cuéntame si tienes otras herramientas para equilibrar tus emociones!
¿Te gustaría aprender a meditar y aplicarla en tu día a día?
Tengo un taller gratuito para ti..
