¿ Quien te roba la energia ?

Seguramente ya sabes quien te roba la energia. Algunas personas hasta tienen un listado de quiénes son esos ladrones. Hoy te presento a esos ladrones... verás lo cerca que están.

Quien roba tu energía es, esencialmente, una serie de actitudes que voy a enumerar:

  • Las quejas
  • Las críticas y juicios
  • La autocrítica
  • La dificultad de poner limites
  • El enojo y la ira
  • La tristeza o melancolía

No he nombrado a tu jefe o a tu ex pareja, tampoco he nombrado a tus clientes ni a tu madre. Pero vamos a analizar punto por punto…

Las quejas

Quejarse es una costumbre. Es un ejercicio en el que todos tenemos un alto nivel de entrenamiento. La quejas más comunes son sobre la situación del país (y no importa en qué país te encuentras), la política, la violencia, etc.

¿Qué son las quejas? Es la expresión de la frustración ante lo que no podemos cambiar. Y a veces se disfrazan de excusas: “Es que la situación está tan complicada, que no puedo hacer nada”, decimos.

Personalmente, a veces me da la sensación de que si alguien no se queja, es un marciano. O no tiene nada de qué hablar con otros. Entonces es habitual que alguien se pliegue a las quejas, especialmente las colectivas.

Y si dices que no te quejas, fantástico… pero igual presta atención, a veces sin darnos cuenta asentimos a las quejas de los demás. Si te estás quejando, estás mirando a otros en vez de mirarte a ti… y tu energía se va a dónde estás prestando atención.

Las críticas y los juicios

Siguiendo con los ladrones de tu energía, las críticas y juicios que haces de los demás producen que derroches tu energía innecesariamente.

Tanto las críticas como los juicios que realizamos son observaciones de lo que, desde nuestra particular perspectiva, una persona debería o no debería ser o hacer.

Cuando juzgas, pretendes que otro se ponga los “lentes de ver la vida” que tu usas, y que actúe en consecuencia con tus propios valores.

Una crítica se basa en tus juicios y prejuicios y éstos a su vez, se fundamentan en tus vivencias y en lo que has adquirido de tu particular cultura y familia. Pero en esencia, una crítica es un consejo que nadie te ha pedido. Por ello, aunque la intención suele ser constructiva… las críticas caen en sacos vacíos.

Te roban tu energía porque te distraen de tu propio proceso personal.

La autocrítica

Este es un ladrón invisible ya que no hay nadie a quien criticamos o que nos critica más que nosotros mismos.

La autocrítica es un aspecto similar al descrito en el punto anterior, con una característica particular: a nosotros mismos si podemos exigirnos cumplir con nuestros ideales internos de acuerdo a nuestras experiencias pero…. Nunca llegamos a alcanzar esos ideales.

La autocrítica nos mantiene en carrera… al exigirnos dar siempre un poco más. Pero se convierte en enemiga cuando comenzamos a sentir que jamás logramos nuestras metas. Que todo lo que proyectamos no es suficiente.

Desde la autocrítica, surge una palabra temible…… Fracaso.

Incapacidad de poner límites

Este es el gran ladrón. Ser incapaz de poner límites. De decir “no” “basta” “hasta aquí” “ahora no” nos desgasta a niveles insospechados. Nos enferma y debilita.

Con aquellas personas y situaciones donde no se pone el límite, se genera un lazo permanente que succiona la energía. Es normal el cansancio, el malestar y también el sentir “lo que siente el otro”. La solución está en el párrafo anterior.

Pero la falta de límites, a veces se malinterpreta como falta de amor. Quiero aclarar esto pues es un punto importante. El amor que damos, es proporcional al amor que recibimos y viceversa. Sin poner un límite, no estamos dándole amor a alguien muy importante: nosotros mismos.

Sé que muchos piensan que amarse a sí mismos es ser egoísta. Sólo diré aquí que es otro concepto erróneo. Solo podemos dar amor si nos amamos, no un amor hedonista… un amor de respeto. Pero tu (ni nadie) ha venido a este mundo a sufrir, sino a ser feliz.

Y si este aspecto de no poner límites, no te hace feliz… necesitas revisarlo, matizarlo y hallar un nuevo equilibrio para tu vida.

El enojo y la ira

Lo que genera tu enojo, se origina en los puntos anteriores. Por lo que no hablaré del origen de la ira y el enojo.

Lo que quiero que comprendas es que el enojo y la ira más que ladrones de tu energía, son veneno para tu cuerpo y alma.

Son como un virus que se esparce silenciosamente y cuando lo notas, ya han tomado todo tu cuerpo.

El hígado especialmente, porque es el que se encarga de drenar todos los venenos de tu cuerpo, no solo los físicos. Y cuando ya no puede más, colapsa…y simplemente, esos venenos llenan todo el cuerpo poco a poco.

Es necesario por lo tanto, drenar el enojo y la ira. Expresa tus emociones a quien debes expresarlas, en el momento que las sientes y en la medida adecuada.

La tristeza o la melancolía

Este es el último ladrón. Sentir tristeza es una emoción normal, pero la tristeza que perdura, que se origina por el pasado que duele… esa es de la que hablaremos.

El pasado pesa, duele y se lleva consigo, por lo que no se puede avanzar.

Cuando esta tristeza, melancolía o depresión surgen debido a una pena profunda o un hecho doloroso del cual no se puede despegar también podemos enfermar. El efecto es equivalente al de la ira y el enojo.

En ocasiones es una forma de manifestar el dolor, la frustración y el enojo.

Como verás, todos estos ladrones de la energía y contaminantes, son internos… son aspectos que están bajo nuestra propia energía y solo debemos atenderlos y cambiar de actitud.

Por eso te propongo un desafío:

Te propongo decirle NO a cada uno de estos aspectos por 7 días. Durante 7 días elige 1 aspecto de los trabajados y céntrate en él. El que sientas que más requiere tu atención. La segunda semana, elige otro. Atiende a cada uno en las próximas 6 semanas…

Aunque sientas que tienes motivos razonables de queja, no lo hagas. Contrólate. Sonríe, pero no confrontes. Sonríe pero no asientas internamente. Permítete evitar la actitud, aún si sientes que es “justa”.

La intención de este ejercicio es sacarte de la costumbre y ayudarte a conocerte más y mejor.

Y si lo deseas, puedes compartir tu resultado.

Inténtalo aunque sientas que es difícil, un día a la vez. Cuentas con mi apoyo… escríbeme si tienes dudas o te fallan las fuerzas.

Sobre el autor

1 comentario en “¿ Quien te roba la energia ?”

  1. Enhorabuena por esta publicación sobre estos defectos tan extendidos que hemos hechos de ellos una forma de vida equivocada , y que impiden que otras cosas buenas de la vida nos lleguen entrando en un circulo cerrado de criticas , amargura, enojo, etc
    Gracias por compartir

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