¿Qué es la felicidad?

El otro día un amigo me preguntó “¿Qué es para vos la felicidad?”. Me quede largo tiempo pensando antes de poder contestar, pero aún así la respuesta que obtuve en ese momento no me resultó nada satisfactoria.

Así que ahora sigo pensando.

Tal vez porque sea esa cosa tan indefinida que no somos capaces de comprender o, porque somos tan básicos en nuestro existir que creemos que es algo que tenemos que correr y buscar por todos lados desesperadamente a lo largo de nuestras vidas, pero siempre parece que somos infelices.

Es claro a esta altura de la historia, que la felicidad definitivamente no se encuentra en buscar cosas materiales que nos indiquen cuán felices somos según la cantidad de cosas poseídas.

Es claro también que no tiene que ver con encontrar a una persona que nos “haga” felices. Y esto incluye padres, hijos, parejas, amigos… o sea quien sea en quien pensemos por un instante delegar semejante responsabilidad.

Mucho se ha dicho acerca de mirarse a uno mismo y buscar la felicidad dentro de uno y aprender a quererse y valorarse. Pero a veces, eso me parece también absolutamente insuficiente. ¿Por qué? Porque lo que definimos como felicidad depende, como todo lo que percibimos, de nuestras creencias mentales. Y a veces estas creencias nos limitan.

Yo no soy quien para echar luz sobre esto, para mí la felicidad es lo que cada uno de nosotros crea que es.

Y para mí en particular la felicidad es la capacidad de asombrarme y de estar consciente aquí y ahora.

¿A qué me refiero con esto?

Hoy estaba cocinando –uno de mis grandes placeres– y me sorprendí al pensar que recién estamos en septiembre. Es decir, septiembre no acabó aún y este año me ha parecido eterno.

Pero eterno por todas las cosas que han sucedido en mi vida.

Es sorprendente y asombroso como, cuando aprendes a vivir en el presente, el tiempo parece ir más lento.

En realidad el tiempo no va a ninguna parte. El tiempo está siempre aquí, y nosotros lo medimos con relojes y eso es lo que pasa, las horas del reloj.

Pero a mi me pasó muy lento. Y me pasaron muy lentas las horas porque cada una de ellas estuvo cargada de instantes memorables y asombrosos en todo sentido.

Esa es la felicidad para mí.

Ojalá, cada uno de ustedes pueda encontrar qué es la felicidad para ustedes, sin límites más que los que ustedes mismos decidan elegir.

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