Respetar los procesos espirituales, conocer el propio proceso
"Tropezar no es malo, encariñarse con la piedra si"
El proceso del despertar espiritual, para cada uno es diferente. Pero siempre es un proceso que debe respetarse.
Todos comenzamos de alguna manera esa búsqueda… y al principio es fascinante al tiempo que desconcertante.
En muchos casos hay momentos de profunda transformación que suelen provocar temor, incertidumbre.
Muchos en ese punto abandonan.

Y hoy quiero decirte que es un error. No abandones!
Lo que aparece es necesario, es parte del proceso.
Esto lo he visto en mis alumnos de Reiki. Comienzan la práctica y con ello se produce la purificación, lo que se llama crisis de sanación.
Y entonces se suspende la práctica.
Entonces el alma que está en esa crisis de sanación, se queda allí detenida. No avanza en su proceso… y ya no puede retroceder.
La solución a esto es continuar la práctica. Más aún, hay que profundizar en la práctica.
Lo mismo sucede con todas las herramientas que nos enseñan a concientizar que somos energía, las llamadas terapias holísticas.
Todas nos producen algún tipo de crisis… algunas más sutiles y otras más fuertes y radicales. Pero algo cambian en nosotros.
Si no fuera así… diríamos: esto no funciona. No me hizo nada.
Y aún así lo decimos, porque empieza la crisis y… el resultado “bueno” que esperábamos no está sucediendo.
Pero todo es un proceso. No hay que olvidarlo.
Déjame explicártelo con un ejemplo:
- En un recipiente coloca un poco de tierra.
- Ahora comienza a echarle agua. Se irá formando un barro.
- Sigue echando agua. Deja que rebalse.
- De a poco irá saliendo el barro, la tierra…
- Y finalmente solo quedará el agua, limpia en el recipiente.
Esto es lo que hace la crisis de sanación. Permite que afloren todas las cosas que “ensucian” tu energía, para que puedas llenarte de algo más: luz.
Pero si cuando ves que empieza a formarse el barro (la crisis de sanación en su punto más álgido) te detienes, ahí se quedará todo mezclado. Irá decantando la tierra, hasta acumularse al fondo donde no se ve.
Pero continuará allí.
Este ejemplo sencillo te muestra lo que sucede con tu energía. Por eso te invito a aceptar los procesos que vives, pues sin saberlo puedes estar viviendo una transformación profunda, de oruga a mariposa. Y no puedes volver atrás.
Puedes detenerlo, pero en algún momento tendrás que retomar donde dejaste para avanzar.
El proceso emocional
El proceso a nivel emocional suele implicar cambios de humor, emociones que nunca se habían sentido con anterioridad o expresiones largamente calladas que salen a la luz sin control.
Es lo mismo que antes. Solo que ahora no te da fiebre, sino que te sientes culpable por algo que no hiciste o que hiciste.
Hay que dejar que salgan, permitirse sentir dichas emociones.
¿Cómo sobrellevar mejor el proceso de despertar espiritual?

Creo que lo mejor es no quedarse solo. Siempre hay alguien a quien consultar, con quién compartir. En estos tiempos de hiperconectividad, es bastante sencillo encontrar un espacio donde volcar las dudas.
Si has aprendido una técnica que afloró estos procesos, confía en el maestro o guía que seguramente ya pasó por eso.
Pero no te quedes en soledad. No creas por un minuto que solo te sucede a ti. Nos ha pasado a todos… a algunos muchas veces. Pero la primera es la más intensa y la que más desconcierta, porque no sabes qué ocurre.
¿Y luego del proceso?
Y luego de ese proceso, la luz. Esto es algo que puede llevarte un día, una semana o años… eso depende exclusivamente de ti. Pero el resultado es siempre el mismo: consciencia, poder personal, autoestima, sabiduría, contacto con tu esencia, plenitud.
No importa cuántas piedras debas saltar para llegar, un día llegarás. Y ese día, si te comprometes con tu propio proceso, aceptas tus tiempos, profundizas en tus prácticas, aprendes lo que necesites aprender… ese día está muy cerca.
Mientras tanto, disfruta el viaje.
En Amor