Porque soy tu mamá…

En nuestra casa una razón valida para un si o un no es “porque soy tu mamá/papá y yo lo digo”.

Muchos fundamentalistas de la crianza respetuosa y la disciplina positiva me van a querer revolear con algo por la cabeza. Y yo hace varios años también. Esto es algo que fui aprendiendo con el tiempo.

Al principio, cuando nació J, éramos del team “te explico todo 20 mil veces hasta lograr que vos lo hagas convencido o que yo quiera pegarme un tiro”. Bueno, déjenme decirles que no funciono. Le hablábamos a un bebé de 12 o 18 meses como si tuviera 10 años. Tratando de explicarle el porque de todo lo que decíamos. De que no se sintiera “mandoneado” porque respetábamos su humanidad. Todo así en teoría suena hermoso. Pero en la realidad es otra cosa. En la realidad un bebé de 12 meses no entiende porque no puede saltar arriba de la mesa. O tirarse de cabeza al piso. O cruzar la calle corriendo. O tomarse el shampoo a la hora del baño. Así que se imaginan el agotamiento mental de estos jóvenes padres.

Unos años después, cuando nos mudamos a Córdoba, conocí una medica de familia antroposofica. Nos atendió por un tiempo y en ese tiempo, aprendimos bastante con ella. Una de esas cosas fue que nos habilitó el cortar con tanta explicación, pero desde un lugar que no nos hizo ruido para nada. Al contrario, nos resonó mucho y por eso empezamos a utilizarlo.

Nos hablo de la seguridad. De la seguridad que necesita el niño para confiar en sus padres. Y como parte de eso estaba en que tenían que confiar en que nuestra palabra era razón suficiente para poder o no poder hacer algo, por ejemplo. No desde el autoritarismo, sino desde el limite que lo abraza y contiene. Nos hablo de la responsabilidad del adulto. De cómo, con tanta explicación, estábamos trasladando esa responsabilidad al niño, para no hacernos cargo. No solo nosotros en particular, sino toda una corriente de adultos ma/padres.

Nosotros somos los que criamos, nosotros somos los responsables. No es valido que un niño o niña decida por su vida, en aspectos que hacen a su bienestar y crecimiento. Tenemos mas experiencia que ellos en este plano, y necesitan que tomemos las riendas en muchas cosas, por eso nos eligieron.

A mi como madre me sirvió mucho esta visión. Adaptada a mi, por supuesto. La antroposofía va mas allá, y habla de que todo debe ser definido y decidido por los padres. Desde qué se pone el niño o niña, hasta que cuento se lee. Yo no soy tan extrema. Las rutinas, las comidas, los horarios, los ritmos si los marco yo. Pero dejo que ejerzan autonomía en temas de que ponerse (dentro de los limites climáticos), cuanto comer, que leer o cosas en las que me parece que es un buen ejercicio de crecimiento. Porque también los incentivo a que vayan ganando independencia y se hagan dueños de sus elecciones.

Pero la realidad, es que mientras aun sean niñes, yo sigo teniendo la ultima palabra en temas de importancia. Porque yo soy su mamá, y así lo decido. ¿Qué opinan? ¿De que manera manejan ustedes estos temas con sus hijos e hijas?

Un abrazo
Emme

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