No te dejes engañar por la edad de mi cuerpo, la sabiduría se encuentra más profundamente guardada…
Que no te engañe mi aspecto, ni mi voz, ni mi rostro. Tampoco le des importancia a los títulos que he acumulado o a los libros que he leído.
Lo realmente importante es que yo, soy un alma vistiendo un cuerpo, al servicio de un mensaje que no es solo mio. Es tuyo, es de todos. Es el mismo mensaje que vienes a darte, y que cuando resonamos junt@s se expresa.
La esencia no se deja engañar por ninguna apariencia. La esencia vibra, resuena, se encuentra y se recuerda… que es UNA aunque juguemos a ser muchos.
Hermoso! Muchas gracias por compartirlo!