La Alquimia... el proceso del alma

La vida es un camino alquímico, es decir un camino de transformación… los primeros años de nuestra vida los transitamos haciendo transformaciones que nos exigen entender y adaptarnos al mundo tal como es, adoptando lo que recibimos para ser funcionales y relacionarnos con otros… estoy escribiendo estas líneas mientras el sol transita la constelación de Libra y no me parece nada casual. Vincularnos y relacionarnos es una de las cuestiones principales en la vida de muchas personas… pero el vínculo más importante es el que establecemos individualmente… el “yo-conmigo” que tantas veces dejamos a un lado… para adecuarnos al mundo que nos rodea: esto es necesario sin ningún lugar a dudas.

Y sin embargo, llega un momento en la vida en que decidimos poner un freno y darle prioridad a esa relación conmigo, más que a la relación con los otros... y ese es un camino totalmente diferente, aunque es un camino alquímico también.

Nos vamos transformando, encontrándonos con el barro, la sombra, con tesoros y luciérnagas inesperadas. La vida es así.

La alquimia es una maravillosa manera de comprender este proceso de transformación que se produce en cada ser humano sucesiva y progresivamente, una y otra vez, en cada área y momento de su vida.

Hay entonces procesos más inconscientes o automáticos  y otros, que con el correr de la vida se van haciendo más conscientes. Como por ejemplo cuando llevas años en relaciones fallidas y comienzas a preguntarte cosas sobre las relaciones que nunca antes te habías cuestionado… cosas como si tal vez debes cambiar algo en ti o dejar de esperar ciertas cosas… planteos hechos no desde la culpa o desde el miedo, sino desde la responsabilidad de querer resultados diferentes en tu vida…

Y ya sabes, para lograr resultados diferentes, necesitas hacer cosas diferentes.

Pero como venía diciendo, desde muy pequeñas nos vamos adaptando a cosas… cuestiones que esencialmente dicen: has las cosas de una sola manera, esta es la verdad.

Y no, porque no funciona para ti.

¿Te sucede esto?

Bien, si eso te ha sucedido es porque estás lista. Lista para la alquimia.

Necesitas hacer pasar esa área de tu vida por el fuego alquímico.  Que se queme. Que salga toda la podredumbre, eso que ya no va más. Que empiecen a surgir cosas nuevas, aspectos que antes no habías considerado… y por fin, finalmente, que surja una nueva versión, una nueva información desde la cual gestar tu vida. 

Ya has pasado por esto. En alquimia estas tres etapas se llaman Nigredo, Albedo y Rubedo. El proceso de disolver lo que hay, quemarlo hasta que se libera de toda impureza y finalmente surge el oro, la unificación en una nueva forma.

Este proceso es maravilloso. Como el ser humano es un ser tan complejo, que experimenta su realidad en diversos niveles… puedes darte cuenta de que este proceso alquímico se vive dentro de nuestras capas energéticas, es decir, los cuatro cuerpos (mental-emocional-físico-espiritual) y también entre ellos, vinculando cada capa.

Pero también se vive este proceso a nivel de las etapas de la vida como te mencioné antes. Incluso en áreas de la vida diferentes se vive en momentos distintos… aunque a veces todo parece confluir (o colapsar cuando se pone caótico).

Y yendo un poco más allá… también esto se vive en las familias y en las sociedades… hay situaciones que lo cambian todo de forma profunda… estos procesos suelen ser más lentos en gestarse… a veces demoran varias generaciones. A mayor es el campo energético del que hablamos, esos procesos son más lentos e involucran a más seres… y también su impacto suele ser más duradero.

Por eso a nivel micro, hay una gran revolución interior a todo momento… las células y nuestras moléculas y átomos parecen no tener descanso… y sin embargo esos pequeños movimientos y transformaciones nos mantienen siendo lo que somos, día tras día.

Bueno, basta de irme por las ramas…

Lo que quiero decirte es que muchas veces nos damos cuenta de que hemos cambiado mucho y sin darnos cuenta siquiera. Pero un día, lo notas. Y ese día ya no hay vuelta atrás. Porque el resto de tu vida debe adaptarse  a esa nueva versión de ti. El proceso alquímico inconsciente se renueva, ahora de forma consciente.

Y aparecen resistencias. Y aparecen temores. Y aparece, o más bien desaparece, el camino que tenías trazado… ya no puedes recorrer ese camino que hizo una tú que tenía otros proyectos. Quizás, mirándolo bien, algo se pueda rescatar de ese camino… quizás al final de la transformación existan más cosas que permanecen… pero hasta que no des el paso, e inicies ese proceso a consciencia no lo sabrás.

Así funciona la vida.

Procesos pequeños e invisibles y grandes procesos que arrasan con trabajos, relaciones, tristeza, dolor y síntomas que nos están indicando que eso no va más.

Al principio, cuando empiezas a ser consciente de que algo está pasando puede ser que intentes arreglar algo, mirar sólo lo esencial y que todo siga su curso.

Luego es posible que decidas que necesitas transformar ese aspecto de tu vida más profundamente, una renovación integral.

Quizás incluso te des cuenta de que la vida es completa, no en partes… que puedes mirar las partes un ratito pero hasta que la transformación no inunda todo de ti, no estás completa.

Son etapas. Son momentos. Puedes comprometerte a trabajar áreas de tu vida con profundidad y otras apenas si te atreves a mirarlas.

En mi “lista de pendientes internos”, tengo varias cosas que aún no he podido revisar… o lo he hecho muy superficialmente para mi gusto. ¿Por qué? Porque no me sale, porque no me atrevo, porque no sé cómo hacer o quizás necesito ayuda para verlo o por simple resistencia…  Quién sabe… lo que sí se es que existen esos pendientes para mí y para todos.

Sin embargo hay otros asuntos de la vida que afloran y se ponen como prioridad,  y los miro y me entrego a lo que me quieran mostrar y lo que necesito aprender de ellos.

Y en algún momento, el proceso fue tan intenso y abarcó tantas áreas de la vida que me dediqué por meses o incluso por años a trabajar en ello… como buceando en un océano profundo del cual no podía o no necesitaba encontrar la salida. En esas épocas, si llevas tiempo por aquí, sabrás que he desaparecido por completo.

Transformándome

Transmutando.

Siendo la sustancia de la Alquimia.

Pasando por Nigredo. Albedo. Y Rubedo. Una vez y otra vez.

Y seguro pasaré nuevamente, muchas veces.

Cada vez más feliz de hacerlo, con menos resistencias, con más entrega y con más fuerza para transitar hasta el fondo lo que sea que necesite vivir…

Porque ya aprendí que durante y después de un proceso así, adquiero muchos aprendizajes invaluables que puedo compartir…

Ya dejaré de hablarte. Te voy a hacer una invitación. Entra acá y hace el cuestionario para saber en qué etapa de tu proceso estás vos…

Unos tips:

  • Antes de empezar el ejercicio piensa en el área de tu vida que necesitas  trabajar si es que la tienes definida y mantén esa área presente mientras realizas el cuestionario
  • Si es algo general para tu vida, no es necesario que definas nada en particular.
  • Te invito a contarme el resultado que obtuviste del cuestionario
  • Y lo más importante: disfrutalo

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