INFORMACIÓN CUÁNTICA (Intro)

Estamos inmersos en una gran sopa cuántica de la que no somos conscientes pues la mayor parte de la energía que circula a nuestro alrededor, es imperceptible para nuestros sentidos físicos.

Como ya aprendimos, la energía posee distintas vibraciones y existen determinadas vibraciones que se encuentran dentro de nuestro espectro visible/auditivo/sensitivo. Y otra gran cantidad que está más allá de ese espectro.

La Conciencia está más allá de lo físico, es intangible e inmensurable. Se ha probado ya que es la Conciencia la que ordena y reordena la información que circula a todos los niveles.

Durante siglos y siglos de pensamiento lineal creímos imposible adquirir conocimientos por vías que no fueran las escritas o auditivas. Con el tiempo, la revolución tecnológica nos brindó diversos medios para adquirir información más allá de los libros y el “boca-a-boca”.

Pero estas no son las únicas vías que tenemos de comunicación. Personas con habilidades telepáticas, de precognición, médiums y los más conocidos actualmente, canalizadores son personas que han existido siempre. En el pasado, eran personas con habilidades especiales. Hoy sabemos que todos tenemos la capacidad de desarrollar esas mismas habilidades pues somos parte de un mismo campo de energía al que todos tenemos acceso.

La única limitación es el nivel de vibración que podamos poseer, pues ello determinará la manera en que decodificamos la información.

Pondré un ejemplo, que responde a la pregunta: ¿Si nosotros los observadores, somos los arquitectos de la realidad, quienes dicen que esto es cierto, tienen la razón, y quienes piensan que esto no es cierto, también la tienen?

“Porque todo está en la interpretación y en la atracción. Si crees que no depende de ti atraerás a tu vida situaciones que comprobarán que la vida no depende de ti.
Pero si crees que depende de ti, que tú creas tu realidad, atraerás las situaciones que corroboren esto en tu vida.
No es incompatible, de hecho.... muchas personas en el mundo piensan de una manera y otras tantas de la otra.

Por ejemplo, yo creo que somos los arquitectos de la realidad, como co-creadores. Así que no me siento a esperar que mi vida cambie... me siento a analizar lo que hay en mí y cómo interpreto las cosas para que mi vida esté en un punto y no en otro y veo la manera de hacer confluir lo que yo quiero para mi vida, con las intenciones de la energía.
Si algo cambia, yo interpretaré que ha sido por mi labor en cambiar la manera de ver las cosas y cómo me sintonicé con el universo y la energía que concentré para que el cambio se produjera.

Pensemos en la misma situación en una persona muy creyente en una religión. Esa persona verá lo que sucede en su vida y asistirá a su culto a pedirle a su dios un milagro que cambie esa situación.
Si cambia, dirá que ocurrió un milagro en su vida.

Ahora observemos una persona de lógica lineal. Mirará su realidad, dirá que no depende de él/ella cambiar eso y buscará a su alrededor quién es el responsable. Entonces irá a exigir ante quién corresponda que se haga cargo de cambiar su realidad.
Si esa realidad cambia, habrá logrado su objetivo.

Y tenemos un subconjunto de esta última persona, que mirará su realidad y al decir que no depende de él/ella se resignará y se quedará quejándose en su casa... por lo cual no encontrará los medios para cambiar nada pues no los buscará.

En esencia todos hacemos lo mismo: concentramos una determinada cantidad de energía para que se mueva de una manera armónica hacia nuestros propósitos.
Solamente que unos más y otros menos, somos conscientes de que eso afecta al todo.
La primera persona sabe que no necesita más que su atención e intención para lograr sus propósitos y que además no está separada del todo. La segunda persona sabe lo mismo, pues confía en la sabiduría de su dios y en su criterio.
La tercera persona sale a la acción, a cambiar la realidad física con su presencia física pues no sabe que la energía se mueve por medios más sutiles.
Y la cuarta persona, simplemente espera que algo cambie algún día, pero como la energía que pone en acción es hacia el estancamiento, ahí se queda.

Y todos, absolutamente todos convivimos en este planeta, en esta realidad y etapa del mundo. ¿Quién está bien y quién está mal? Y... depende de cómo lo mires...”

El mayor problema es que en la actualidad tenemos acceso a muchas fuentes y a una cantidad de información desconocida hasta hace pocos años. De hecho, hoy adquirimos en un solo día, la cantidad de información que una persona culta en la edad media, adquiría en toda su vida.

Pero si nos fijamos entrelineas… en el pasado y en el presente que vivimos, todo lo que consideramos ha formado parte de un cambio o una “evolución” en el pensamiento, conocimiento, conciencia, percepción… es aquello que ha ido “más allá” de lo que estaba ya expuesto.

Pero no solamente eso. Ese sentido que llamamos “intuición” que nos indica que “no-se-por-qué” pero prefiero ir por este sitio o no me agrada esta persona. O que luego de darnos por vencidos intentando comprender algo que estudiamos sin conseguirlo, al irnos a descansar, durante el sueño, logramos descifrar.

Eso que hace que aquella persona que hace tiempo no vemos nos llame. O que aparezca ante nuestros ojos, por “casualidad” justo la información que estábamos necesitando. O que casualmente lleguemos a un lugar en busca de un amigo, sin la dirección exacta y al llamar a la primera puerta sea él quién nos abre.

E incluso… cuando leemos una información por primera vez, sin jamás haber tenido contacto con esa área del conocimiento y todo lo que allí se dice parece dar sentido a toda una manera de pensar que siempre tuvimos y nos parecía “descabellado”.

Hasta hace no mucho tiempo, éstas eran locuras, casualidades o simplemente, mentiras de gente desequilibrada.

Hoy en día, está probado que el espacio no está vacío. Está lleno de átomos esperando que una conciencia los moldee. Están allí, plenos de potencial esperando ser guiados para dejarse observar. Ese vacío, ese espacio que vemos entre nosotros y los objetos y seres que vemos separados es la tela, el hilo conductor que nos conecta. Es también aquel espacio lleno de átomos que se intercambian imperceptiblemente, para que nos sintamos unidos o separados de los demás. Para que escuchemos al amigo que quiere hablarnos, para que giremos una calle antes de lo habitual para luego enterarnos de que un coche chocó allí y pudo aplastarnos, que sigue buscando respuestas a los problemas y que habitualmente las encuentra… cuando dejamos de buscar ante nuestros ojos físicos y dejamos que la mente, haga sus propias interrelaciones… etc.

Es por esto amigos que les digo… no se preocupen por no captar toda la información que les llega. Habitualmente es la misma información con diferentes lenguajes, la información que cada uno decodifica de maneras diversas. Pero todos, inevitablemente, tenemos acceso a esa información… lo que hemos olvidado, es la manera de decodificarla.

Sobre el autor

2 comentarios en “INFORMACIÓN CUÁNTICA (Intro)”

  1. Me parece una excelente explicaciòn. Sencilla, bien redactada y con un contenido que vale la pena leer y disfrutar. Muy bueno!

  2. Stella Maris

    La explicación es perfecta y clara y me llega en el momento justo, como no podía ser de otra manera cumpliendo cuando suceden las cosas que tienen que suceder

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