Honrar a los padres significa honrar la tierra

mujer chaman

Quien cree en el cielo, quizás cree que con su ayuda podría elevarse sobre la
tierra y sobre sus padres. Honrar a los padres, sin embargo, significa honrar la
tierra. Honrar a los padres significa tomarlos tales como son, y honrar la tierra
significa tomarla y amarla tal como es: con la vida y la muerte, con la salud y la
enfermedad, con el principio y el final. Ésta, sin embargo, es la realización
auténticamente religiosa, que antes se llamaba entrega y adoración. La
experimentamos como último desprendimiento, que da todo y toma todo, y que
toma todo y da todo, con amor.
A este respecto aún contaré una historia. Podría titularse «Felicidad dual»,
pero aquí la llamo:
Ser y No-Ser
Un monje, que estaba buscando, pidió a un mercader una limosna.
El mercader, por un momento, lo miró y preguntó al dársela:
—¿Cómo puede ser que tú me tengas que pedir a mí aquello que te falta para tu sustento, y, al mismo tiempo, me menosprecies a mí y también mi vida, cuando nosotros te concedemos lo que necesitas?
El monje respondió:
—Comparado con lo Último que busco, todo lo demás parece poco.
El mercader, empero, volvió a preguntar:
—Si un Último existe, ¿cómo puede ser algo que pueda buscar o encontrarse, como si al final de un camino se hallara?
¿Cómo podría uno salir a su encuentro y, como si entre otras muchas cosas fuera una, apoderarse de ello?
¿Y cómo, por otra parte, podría uno volverle las espaldas y, menos que otros, ser llevado por ello o estar a su servicio?
El monje contestó:
—Lo Último encuentra el que renuncia a lo cercano y lo presente.
El mercader, empero, siguió razonando:
—Si un Último existe, es próximo a cada uno, aunque, como en todo Ser un No-ser y en todo Ahora un Antes y un Después,
esté escondido en aquello que aparece y permanece.
Comparado con el Ser, que experimentamos como pasajero y limitado, el No-ser nos parece infinito, igual que el De Dónde y el Adónde comparado con el Ahora.
El No-ser, sin embargo, se nos revela en el Ser, igual que el De Dónde y el Adónde en el Ahora.
El No-ser, como la noche y la muerte, es principio sin conocimiento, y sólo brevemente, igual que un relámpago, nos destella su mirada en el Ser.
Así, lo Último también a nosotros se nos acerca sólo en lo próximo, y resplandece ahora.
Ahora también el monje preguntó:
—Si lo que dices fuera la verdad, ¿qué quedaría aún para ti y para mí?
El mercader le dijo:
—Aún nos quedaría por un tiempo la Tierra.

Fuente: "Los órdenes del amor" Bert Hellinger

Sobre el autor

3 comentarios en “Honrar a los padres significa honrar la tierra”

  1. Chelo Naya Sanchis

    Muy bueno , exquisito. He visto que este próximo sábado se realiza seminario de registros akasicos ?

    Chelo Naya Sanchís

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