A los hombres
A ustedes los honro y les agradezco. Ustedes son el cincuenta por ciento.
A todos aquellos que labraron la tierra
A los que se fueron lejos a luchar en las guerras y no regresaron. Y a los que volvieron sabiendo que ya no eran los mismos.
A esos hombres que todos los días salieron a trabajar para traer el pan a la casa.
A esos que no vieron crecer a sus hijos más que en las noches mientras dormían.
A esos hombres que se fueron y ninguna mujer supo jamás por qué.
A los hombres que creyeron tener hijos propios. Y a esos que tuvieron muchos más de los que se animaron a confesar.
A los que detentaron el poder político, económico y religioso por siglos.
A todos los hombres.
A esos que hoy de a poco pueden conocer a sus hijos viéndolos crecer.
A esos que se sienten desorientados cuando pueden expresar sus emociones.
A los machistas y a los feministas.
A los que trabajan cada día.
A los que no saben que hacer con sus vidas.
A mis ancestros. A los tuyos. A los de todas nosotras. A los hombres ancestros.
A aquellos violentos. Y a los que se rebelaron a la violencia. A los pacíficos. A los apáticos.
A los artistas.
A los infieles, no a la mujer sino a sí mismos.
A los que se sintieron oprimidos.
A los que quisieron huir.
A los que se quedaron.
Y a los que aprendieron a ser libres.
A todos los hombres, a cada uno.
Y en especial a todos los hombres que en forma de padre, esposo, hijo y amigos forman parte de mi vida y se cruzan en mi camino…
Gracias.
Cada destino es perfecto. Y yo reconozco todo lo que tuvieron que pasar.
Los honro. Les agradezco. Los valoro.
Gracias.
Infinitas gracias.
