Estar en Silencio

A veces estar en silencio es estar fuera de lo cotidiano, de la comodidad de eso a lo que acostumbramos.

Estar en silencio es aceptar que requerimos rendirnos a la vida, hasta que podamos hallar una luz para avanzar.

Son momentos de silencio porque nuestra experiencia de nada sirve, porque ante esos instantes o procesos gritamos con todas nuestras fuerzas y nos quejamos y lamentamos. No sabemos qué otra cosa hacer. No hay respuestas, ni señales. Estamos como perdidos en el desierto.

El silencio aparece en nosotros en forma de un viaje, de quedarnos sin celular o internet, que se rompa el auto o que no podamos comunicarnos con esa persona que esperamos. De la forma que sea, porque hay muchas más, la vida nos pide silencio, quietud, calma.

En lo cotidiano no existe este silencio del que hablo, no habitualmente… en el instante en que dejamos de maravillarnos por la vida, el silencio desaparece. Lo reemplazan excusas y “razones” que explican la vida…

La vida no necesita explicación, la vida ES.

Y cuando nos llenamos de ruidos, la vida nos pide contemplarla en silencio, nos saca de la comodidad para que observemos.

Y cuando eso sucede llegan los gritos, el llanto, la queja y los lamentos… los ruidos que llenan nuestra vida se transforman, pero nada sucede, nada cambia hasta que nos rendimos. Hasta que aceptamos lo inevitable, sea lo que sea, y decidimos que somos muy pequeños para ir contra la vida. Algunos se resignan y cierran sus ojos y corazón. Otros, agotados de tanto gritar, toman aire con toda su energía y en silencio miran a su alrededor.

Entonces la descubren. La luz al final del túnel, el camino entre la maleza.

Así pueden observar a su alrededor y mirar la vida como es, no como creían que debía ser. Y pueden seguir el camino que desean. Y si recuerdan siempre que la vida Es, y así es perfecta y maravillosa, las puertas se abrirán a cada paso que den.

Este año la vida me pidió hacer este silencio, acepté con gusto el desafío, pero no sabía que era mucho más intenso de lo que esperaba. Lo que pasa es que la vida siempre encuentra forma de sorprendernos y de llevarnos a aprender mucho más de lo que soñamos… esa es la magia, y por eso amigos, estamos aquí y ahora.

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