Sobre la culpa y la expiación

En la Tierra, la culpa pasa

La culpa: ésta pasa, y debe tener la posibilidad de pasar. Sólo ante el cielo existe la culpa eterna; en la Tierra es efímera y, como todo en la Tierra, realmente pasa al cabo de un tiempo.

La enfermedad como expiación realizada en lugar de otra persona

Frecuentemente, la culpa y la expiación son asumidas en lugar de otros miembros de la familia o de la red familiar. Así, también con relación a la culpa o a la expiación, un hijo o un cónyuge dicen: «Mejor que sea yo que tú», tomando sobre sí la culpa y sus consecuencias si otros se niegan a hacerlo.
En un grupo, una madre contó que se había negado a acoger en su casa a su madre anciana y la había llevado a una residencia. La misma semana, una de sus hijas desarrolló una anorexia, empezó a ponerse de negro y a visitar una residencia geriátrica para cuidar a personas ancianas dos veces a la semana.
Pero nadie, ni siquiera la hija, se había percatado de la relación entre ambos hechos.

La enfermedad como consecuencia de la negación de tomar a los padres

Otra actitud que conduce a enfermedades graves es la negación del hijo de tomar a sus padres con amor y de honrarlos como sus padres. Tales hijos se elevan sobre la tierra porque ante un cielo u otra instancia superior se consideran mejores y elegidos. Así, por ejemplo, existen casos de enfermos de cáncer que prefieren morir antes que inclinarse ante su madre o su padre.

Fuente: Órdenes del Amor - Bert Hellinger

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