¿Y qué se hace con esas emociones que no agradan y que querríamos no experimentar? Permitirles ser, estar, traspasarnos…
A mí no me gusta sentirme triste, pero a veces así me siento. Y lo permito.
Las emociones negativas, como la oscuridad misma, tienen una curiosa característica: si las niegas tienden a crecer, a gritar y buscar por todos los medios ser vistas o consideradas…
Pero si las miras de frente, les das la bienvenida como una experiencia más, la cual agradeces… se vuelven pequeñas hasta esfumarse; como si quisieran volverse pequeñitas y pasar desapercibidas…
Es como si no les gustara ser miradas y sentidas con la fuerza del Amor y la Gratitud.
Por esto te invito a experimentar tus emociones, todas y cada una de ellas y darles las gracias por venir a tu vida y experimentarlas.
Sólo te pido una cosa; no te identifiques con ellas. No digas “yo soy esta emoción” “yo soy de esta o aquella manera” mejor di: “ahora me siento así” “estoy experimentando esta emoción” y ya.
Tammy